POEMA POR LA FALTA DE MI MADRE
Por Martha Kornblith (Perú)
Madre
ahora que tu espíritu
ya no recorre esta casa
que además ya no es la tuya
porque ahora el resentimiento
se mide en metros cuadrados
y jugamos a la herencia
como chivos expiatorios
esperando ansiosamente
la hora del monopolio.
Madre
ahora que ya no soporto
el desorden de las mañanas
la rigidez de los desayunos sola
sola,
cuando no encuentro los pares
de medias
y mis camisas están arrugadas
sola, cuando hay agua fría
en el calentador
sola,
cuando nos acompañábamos
con inocencia los sábados en la tarde
y que ahora parecen tan ajenos.
Madre
te he confesado que además de
haber enterredo a la muñeca
no he cumplido con tus aspiraciones
de buena ama de casa, madre del hogar,
hijos, nietos, etc.
que me convertí en poeta
que es lo mismo que decir
en poeta suicida
y que por eso
juego y seduzco a la muerte
todas las noches.
Madre
he de confesarte
que sola
ahora, apenas
persigo cucarachas,
persigo cucarachas
persigo cucarachas,
persigo cucarachas
ahora que tu espíritu
ya no recorre esta casa
que además ya no es la tuya
porque ahora el resentimiento
se mide en metros cuadrados
y jugamos a la herencia
como chivos expiatorios
esperando ansiosamente
la hora del monopolio.
Madre
ahora que ya no soporto
el desorden de las mañanas
la rigidez de los desayunos sola
sola,
cuando no encuentro los pares
de medias
y mis camisas están arrugadas
sola, cuando hay agua fría
en el calentador
sola,
cuando nos acompañábamos
con inocencia los sábados en la tarde
y que ahora parecen tan ajenos.
Madre
te he confesado que además de
haber enterredo a la muñeca
no he cumplido con tus aspiraciones
de buena ama de casa, madre del hogar,
hijos, nietos, etc.
que me convertí en poeta
que es lo mismo que decir
en poeta suicida
y que por eso
juego y seduzco a la muerte
todas las noches.
Madre
he de confesarte
que sola
ahora, apenas
persigo cucarachas,
persigo cucarachas
persigo cucarachas,
persigo cucarachas
EL AMOR DEL LOBO Y OTROS
REMORDIMIENTOS
Por Hélène Cixous (Francia)
Por Hélène Cixous (Francia)
“Para nosotros, comer y ser comidos
pertenece al terrible secreto del amor. Sólo queremos a la persona
que podemos devorar. A la persona que amamos sólo soñamos en
comérnosla. Es una historia bellísima, la del propio tormento.
Porque amar es querer y poder comer y detenerse en el límite. En el
mínimo latido entre el brinco y el acecho brota el miedo. El brinco
estaba ya en los aires. El corazón se detiene. El corazón arranca
de nuevo. Todo en el amor está vuelto hacia esta absorción. Al
mismo tiempo, el verdadero amor es un no-tocar, pero casi-tocar de
todos modos. Devórame, amor mío, de lo contrario te devoraré. El
miedo a comer, el miedo de lo comible, el miedo de aquél de ambos
que se siente amado, deseado, que quiere ser amado, deseado, que
desea ser deseado, que sabe que no hay mayor prueba de amor que el
apetito del otro, que se muere de ganas de ser comido y se muere de
miedo ante la idea de ser comido, que dice o no dice, pero significa:
te lo suplico, devórame. Quiéreme hasta el tuétano. Y sin embargo
arréglatelas para dejarme vivir. Pero a menudo se transpone, porque
se sabe que el otro no devorará finalmente, y se dice: muérdeme.
Firma mi muerte con tus dientes.”
ANTÍGONAS GONZÁLEZ (frag.)
Por Sara Uribe (México)
Por Sara Uribe (México)
: En su sueño, para llegar a Tebas,
la ciudad abismo,
tenía que atravesar una estancia llena de grandes
vasos de vidrio muy diáfanos que apenas se veían.
Estaba obligada a pasar entre ellos sin quebrar ninguno, sin hacerlos temblar.
tenía que atravesar una estancia llena de grandes
vasos de vidrio muy diáfanos que apenas se veían.
Estaba obligada a pasar entre ellos sin quebrar ninguno, sin hacerlos temblar.
: Y así lo hacía. Nunca quebró
ningún vaso.
: Nunca atravesó el umbral.
Trino:
Algo se pierde y algo se gana cuando la tierra
recibe las heridas del cielo. —