domingo, 25 de junio de 2017

PON 77

Solicitada (frag.)
Por Paco Urondo * (Argentina)
Ya no soy
de aquí: apenas me siento una memoria
de paso.
Mi confianza se apoya en el profundo desprecio
por este mundo desgraciado. Le daré
la vida para que nada siga como está
* Poeta acribillado por el ejército en Buenos Aires durante la dictadura Argentina, a los 46 años de edad.

Taberna (frag.)
Por Roque Dalton * (El Salvador)
No busques otro camino, loco,
cuando ha pasado la época heroica en un país que hizo su revolución,
la conducta revolucionaria
está cerca de este lindo cinismo
de bases tan exquisitas:
palabras, palabras, palabras.
Excluida toda posibilidad de terminar con las manos callosas,
claro está,
o el corazón calloso, o el cerebro.
(…)
Ironizar sobre el socialismo
parece ser aquí un buen digestivo,
pero te juro que en mi país
primero hay que conseguirse la cena.
* Poeta fusilado de un tiro en la cabeza por sus compañeros de la guerrilla.

miércoles, 21 de junio de 2017

Gastronauta 123: Roque


No es hora de poesía, Roque
de eso no se vive
se malvive
Con eso no se hacen las revoluciones
los cañones te apuntarán
a ti, el pendejo
Y el círculo
la cabeza de la bala
te descabezará
En la noche
en la espesura del hombre
esa bala tendrá más poesía
que gobierno
No trates de conseguirte en una mariposa
la madre de la rabia
es la vida
no la muerte
Y qué es la poesía
por qué merece una bala en la cabeza
es la poesía esa bala
Escribirán de ti los libros
y lloraré sobre el mar
hasta engrosar
El poema del vigilante 357
que te guarda en un bolsillo
su pedazo de muerte
No hay Salvador
toda Latinoamérica toda
es un paisito
cuando te mata
cuando te mata
cuando te mata
quien te mata
para volver a empezar
la burocracia
las oficinas de la cólera
a las palabras se les teme como se le teme a la bala
El poeta no duerme Roque
porque en el sueño recoge la memoria
y enerva las mareas
Los científicos de hoy comprueban que las plantas
huelen
escuchan
ven
se comunican
y las matan
Pero hay quien las cultiva
y los árboles viven cientos de años
y nos hinchan los pulmones
para que la circunferencia de una bala
nos desinfle los ojos
y la noche sea eterna
la noche que
huele
escucha
ve
un insecto con vocación de rezo
borroso
con urgencia
sin uñas
Comunista
Anarquista
Indisciplinado
Pequeñobú
Troskista
Agente de la CIA
Agente cubano
Jugador juguete
Fue un error matarte
y hubiese sido un error dejarte mirarlos
cómo se puede vivir con tus ojos
la malapalabra
los nombres de las prostitutas, Roque
quién los quiere
los nombres de guerra
Me dicen que no es hora de poesía
porque están los que creen en la poesía del embeleso
y los fiscales de lo correcto
el homeópata que no lee lo que no rime
mi padre cuenta dinero y no lee menudencias
habrá una bala para mí
en mi insignificancia
y nadie me habrá leído, hombre
seguiremos siendo pobres
y así lo preferimos
no habrá premios
y no los queremos
tampoco alabanzas
una bala sí
A este texto nadie lo querrá
será huérfano
y así tiene que ser
porque yo no quiero enamorar a nadie
y no es mi turno para ofender
la oscuridad donde el mar es la sombra
hasta en el día
Que nos salven los terremotos
los pies del pueblo contra los poderosos
Dios que los mueve
la suerte que termina siendo Dios
la sonrisa que nos salva
de los odiosos mamaguevos
que nos piden poesía a cambio de un país
primavera donde siempre la hubo
los policías que corren a salvarnos
y terminan por arrojarnos desde la ventana
contra la flores
el arrecife de los peces en la tierra
A los que dicen que no podemos escribir
porque a nuestra facción se le ahogaron las palabras
me gustaría enumerarle algunas
casa
madre
aire agua
altar
vientre
cielo
risa
súcubo
fuego
país
mierda
propiedad
privada
manos
maíz
hambre
bala
No me acuse de matarle
a usted
nudo
rabia
tristeza
cada uno es responsable de su muerte
y de la muerte de todos es responsable el poder
y yo no tengo más poder que usted
ni más palabras que usted
ni siquiera una piel sobre la piel
tampoco el fuego hipnótico
estoy tan despojada del hoy como todos
un tomate
la mitad de una cebolla
un poco de arroz
y lo que realmente falta muere
el espíritu
la fuerza
la belleza
No me confunda con los verdugos
y déjame dormir
que a la bala la parí pronto
no hay delito en correr
hacia al final
más rápido
que el miedo
Y no es el enemigo el signo
la caja
son los compañeros
la condena
el círculo que se apaga
Vengan pues
amigos y enemigos
a la casa
a incendiar la palabra
disciplinados
vengan jueces
gallos a cantar en la noche
a la luz
a picotear mi cuerpo
insecto
No olviden cerrar la puerta.



domingo, 18 de junio de 2017

PON 76


Pyrrhus et Cinéas (fragmento)
Por Simone de Beauvoir (Francia)

"Porque el hombre es trascendencia, jamás podrá imaginar un paraíso. El paraíso es el reposo, la
trascendencia negada, un estado de cosas ya dado, sin posible superación. Pero en ese caso ¿qué
haremos?, Para que el aire sea respirable tendrá que dejar paso a las acciones, a los deseos, que
a su vez tenemos que superar: tendrá que dejar de ser paraíso. La belleza de la tierra prometida
es que ella prometía nuevas promesas. Los paraísos inmóviles no pueden prometer más que un
eterno aburrimiento.
(...)
Si Dios es la infinitud y la plenitud del ser, no hay distancia entre su proyecto y su ser realidad,
su voluntad es el fundamento inmóvil de su ser. Lo que quiere se hace, quiere cuanto es... Tal
Dios no es una persona singular, es el universal, el todo inmutable y eterno. Y lo universal es
silencioso... La perfección de su ser no deja ningún lugar al hombre porque el hombre no podría
trascenderse en Dios si Dios ya está todo entero dado. En tal caso el hombre no es más que un
accidente indiferente a la realidad del ser; está en la tierra como un explorador perdido en el
desierto; puede ir a la derecha o a la izquierda, puede ir a donde quiera; jamás irá a ningún lugar
y la arena cubrirá sus huellas".

Sobre el amor (fragmento)
Por Carl Jung (Suiza)
"Ningún hombre es hasta tal punto masculino como para no albergar también algo de femenino.
Antes bien, el hecho es que justamente los hombres muy viriles poseen (aunque de forma muy
encubierta y escondida) una vida anímica muy delicada (denominada con frecuencia e
injustamente «femenina»). Es una virtud que el hombre mantenga reprimidos en la medida de lo
posible los rasgos femeninos, al igual que a la mujer no le sentaba bien, por lo menos hasta
ahora, ser un marimacho. La represión de rasgos e inclinaciones femeninas conduce
naturalmente a un abarrotamiento de estas exigencias en lo inconsciente. La imago de la mujer
(el alma) se convierte igualmente en el receptáculo de estas exigencias, por lo que el hombre, en
su elección amorosa, cede con frecuencia ante la tentación de conquistar aquella mujer que
mejor se corresponda con el tipo especial de su propia feminidad inconsciente, una mujer, por
tanto, que pueda recibir sin reparo la proyección de su alma. Aunque a menudo tal elección se
considera y percibe como un caso ideal, también puede ser que de esta forma el hombre se case
a todas luces con su debilidad peor".

Prosigue el mismo asunto y determina que prevalezca la razón contra el gusto
Por Sor Juana Inés De La Cruz (México)
Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.

Al que trato de amor, hallo diamante,
y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata,
y mato al que me quiere ver triunfante.
Si a éste pago, padece mi deseo;
si ruego a aquél, mi pundonor enojo:
de entrambos modos infeliz me veo.
Pero yo, por mejor partido, escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que, de quien no me quiere, vil despojo.

El recado (fragmento)
Por Elena Poniatowska (México)
Sabes, desde mi infancia me he sentado así a esperar, siempre fui dócil, porque te esperaba. Sé
que todas las mujeres aguardan. Aguardan la vida futura, todas esas imágenes forjadas en la
soledad, todo ese bosque que camina hacia ellas; toda esa inmensa promesa que es el hombre;
una granada que de pronto se abre y muestra sus granos rojos, lustrosos; una granada como una
boca pulposa de mil gajos. Más tarde esas horas vividas en la imaginación, hechas horas reales,
tendrán que cobrar peso y tamaño y crudeza. Todos estamos -- oh mi amor-- tan llenos de
retratos interiores, tan llenos de paisajes no vividos.

Trino:
Digo.palabra.txt‏ @digopalabratxt :
Más
«El miedo más grande de un hombre es que una mujer se ría de él. El miedo de una mujer es que un
hombre la asesine.» —Margaret Drabble ~

miércoles, 14 de junio de 2017

Gastronauta 122: Luisa

La cosa va más o menos así. La cúpula de la oposición al gobierno dice defender el legado de Chávez: la constitución chavista, a la vez que deposita su poder en manos de la Fiscal General de la República Luisa Ortega Díaz al adherirse a sus actuaciones. La fiscal “chavista” se revela contra el gobierno chavista y es la principal vocera contra la solución planteada por Maduro, la Asamblea Nacional Constituyente. Este panorama nos viene a decir que cualquier camino que resuelvan se dirime dentro del chavismo ¿o, no?
¿Qué es el chavismo, sino la historia que nace del descontento? ¿Qué es, sino el hacerse responsable de torcer los caminos del capitalismo? ¿Qué es el chavismo, sino reconocer los errores y usarlos para impulsar la lucha, cambiar la historia de los pueblos? Lo otro no es chavismo, es reformismo, es la mierda perfumada con palabras lindas: ecominería (minería a cielo abierto), operaciones Liberación Humanistas del Pueblo (redadas en barrios pobres), la entrega de títulos para la producción (la restitución de tierras del Estado al latifundio), la protección de la naturaleza (mediante el desalojo masivo de campesinos). Eso no debería llamarse chavismo. Tampoco la pugna por permanecer, por arribar, por desgarrar el poder, haciendo uso de estandartes ajenos para también perfumar las cloacas.
Pero en este momento, ni el gobierno, ni la oposición cargan con la novedad, cosa de la que se hizo Luisa Ortega, que parece salir flor del barro, como si no tuviese que ver con nada, ni con nadie. Cuando tiene que ver con todo, con todos.

domingo, 11 de junio de 2017

PON 75


RELATO:
LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS (frag.)
Por Manuel Rivas (España)

Poco a poco, de la multitud fue saliendo un murmullo que acabó imitando aquellos insultos. "¡Traidores! ¡Criminales! ¡Rojos! ... Grita tú también, Ramón, por lo que más quieras, ¡grita!". Mi madre llevaba a papá cogido del brazo, como si lo sujetase con todas sus fuerzas para que no desfalleciera. "¡Que vean que gritas, Ramón, que vean que gritas!". Y entonces oí cómo mi padre decía: "¡Traidores!" con un hilo de voz. Y luego, cada vez más fuerte, "¡Criminales! ¡Rojos!". Soltó del brazo a mi madre y se acercó más a la fila de los soldados, con la mirada enfurecida hacia el maestro. "¡Asesino! ¡Anarquista! ¡Comeniños!". Ahora mamá trataba de retenerlo y le tiró de la chaqueta discretamente. Pero él estaba fuera de sí. "¡Cabrón! ¡Hijo de mala madre!". Nunca le había oído llamar eso a nadie, ni siquiera al árbitro en el campo de fútbol."Su madre no tiene la culpa, ¿eh, Moncho?, recuerda";. Pero ahora se volvía hacia mí enloquecido y me empujaba con la mirada, los ojos llenos de lágrimas y sangre. "¡Grítale tú también, Monchiño, grítale tú también!". Cuando los camiones arrancaron, cargados de presos, yo fui uno de los niños que corrieron detrás, tirando piedras. Buscaba con desesperación el rostro del maestro para llamarle traidor y criminal. Pero el convoy era ya una nube de polvo a lo lejos y yo, en el medio de la Alameda, con los puños cerrados, sólo fui capaz de murmurar con rabia: "¡Sapo! ¡Tilonorrinco! ¡Iris!".

miércoles, 7 de junio de 2017

Gastronauta 121: FUEGO


Después de toda destrucción, el fuego, como la masa, debe extinguirse”.


Decía Elías Canetti que las masas de acoso son una criatura en donde todos golpean y si no pueden golpear, por los menos “quiere ver cómo golpean los demás” (https://cursosluispatinoffyl.files.wordpress.com/2014/01/canetti-elias-masa-y-poder.pdf). Oliverio Girondo lo explica en una metáfora. “Cuántas veces me he dicho: ¿Seré yo esa piedra?” El poder de dar muerte está siempre latente, pero disfrazado. Nadie quiere ser el quemado. Nadie quiere estar en su piel. Es un instinto que lo mantiene al espectador (arte y parte del linchamiento) a salvo, en la masa, mientras las llamas hacen “lo suyo”: a la vez castigar y purificar. La escena se riega como polvo y convierte al lector en cómplice, porque después de todo, los medios de comunicación no son sino la selección, la fragmentación, de las imágenes de la guerra. Caparrós lo dice así (y yo lo fragmento a gusto) “hace 50 años los crímenes eran tan escasos que salían en los diarios; ahora son tantos que salen en los diarios”. Las fotografías de la guerra pueden convertir a la misma masa que las sustenta. Susan Sontag, que analiza Tres guineas de Virginia Woolf en su ensayo Ante el dolor de los demás lo interpreta (http://blog.fotoespacio.cl/wp-content/uploads/2013/08/Sontag_Ante_el_dolor_de_los_demas.pdf). “Las fotografías de las víctimas de la guerra son en sí mismas una suerte de retórica. Reiteran. Simplifican. Agitan. Crean la ilusión de consenso. Cuando invoca esta hipotética vivencia compartida («vemos con usted los mismos cuerpos muertos, las mismas casas derruidas»), Woolf profesa la creencia de que la conmoción creada por semejantes fotos no puede sino unir a la gente de buena voluntad”. Porque la fotografía dota de realidad a los ojos de la periferia. Pero a la vez la convierte, a la periferia, en masa. Y, qué pasa con los que no se conduelen, con los que justifican el linchamiento. Agarrar (de garras) a un ladrón es “librarse” de sus robos como si la propia masa no pariera a sus engendros, para luego desgarrarlos. Y se hace masa en cuanto se parecen, incluso cuando se diferencian, en el objetivo: la masa que acosa, que mata. Como las masas para hacer pan, cuando se les deja actuar, levan. Y se acaban, también como el pan. Con la misma rapidez, de piernas abiertas. Si la conmoción une a la gente de buena voluntad, qué pasa con los que excusan la hoguera ¿los desune? Clímax y muerte de lo que Woolf llama un monstruo moral. “Para los militantes la identidad lo es todo. Y todas las fotografías esperan su explicación o falsificación según el pie”, explica Sontag. Así, después de ser muertos por la bestia, lo que más importa es por qué no son parte de la masa y a qué identidad se adscriben. Si lo asesina la masa opositora a un gobierno, la periferia ha de otorgarle el carnet de “oficialista”, y la insignia le es suficiente para excusar el crimen, tanto como para victimizarse. Cuando los medios al servicio de la masa se hacen eco de las justificaciones, entonces se legitima la carnicería. Las excepciones, aquellas que no pueden soportar la barbarie, entonces la niegan. “La respuesta habitual a la corroboración fotográfica de las atrocidades cometidas por el bando propio es que las fotos son un embuste, que semejante atrocidad no sucedió jamás (…) o que en efecto sucedió, pero el otro bando cometió aquello contra sí mismo”. Por eso, el violinista (intérprete de Despacito en las inmediaciones de Miraflores) se para frente a las ballenas de la Guardia Nacional y lo rodean fotógrafos de distintas agencias, y llora por su instrumento destruido, llora contra la dictadura que es capaz de silenciarlo todo. La violencia del Estado lo (re)convirtió en héroe, cuando antes el mismo Estado lo había hecho violinista. Una misma fotografía, la del hombre quemado en Altamira, puede producir en diferentes estamentos de la sociedad diversas reacciones, pero el objetivo que se ejecutó durante aquel momento (cuando lo quemaron) fue uno: acabar con el que era considerado diferente. Una podría pensar que aquella fotografía, que el video de cuando lo incendian había de ser suficiente para que no se repitiera jamás, pero no. Nada. La fragilidad de la vida le es lo que el cristal a la bestia, tan fácil de tirar contra el piso. Y una permanece ahí, mirándolos, ni mejor ni peor, siendo parte de su fin y el nuestro, jinetes de la muerte. Sin hacer nada, o mejor dicho haciéndonos nada. Canetti nos esperanza: “Después de toda destrucción, el fuego, como la masa, debe extinguirse”. Que la boca de la historia nos trague y nos devuelva al conducto donde habrán de hacernos mierda.

domingo, 4 de junio de 2017

PON 72






HOMBRE PLANETARIO

Por Jorge Carrera Andrade (Ecuador)



XIX

Vendrá un día más puro que los otros:
estallará la paz sobre la tierra
como un sol de cristal. Un fulgor nuevo
envolverá las cosas.
Los hombres cantarán en los caminos,
libres ya de la muerte solapada.
El trigo crecerá sobre los restos
de la armas destruidas
y nadie verterá
la sangre de su hermano.
El mundo será entonces de las fuentes
y las espigas, que impondrán su imperio
de abundancia y frescura sin fronteras.
Los ancianos tan sólo, en el domingo
de su vida apacible,
esperarán la muerte,
la muerte natural, fin de jornada,
paisaje más hermoso que el poniente.

PON 74

11
Por Ramón Querales (Venezuela)
un anciano lee
que a un dios indostánico
por el amor de sus 14.516 esposas
le era posible desdoblarse tantas veces
y así cada mujer
“creía ser la única que gozaba de sus favores”
rió tristemente recordando que él había sido dios
animal
camino
sitio
piedra
río
montaña
lago
cueva
árbol
relámpago
aire
nube
lluvia
cara
ídolo
signo
hasta que los conquistadores españoles
el caballo y el arcabuz
la espada y la coraza
el despojo de dominios y propiedades
la fundación de pueblos
las encomiendas
las flechas rotas
los arcos desatados
el hambre
la esclavitud
el olvido de las lenguas
el devocionario
los bautizos
el dominio colonial
la guerra de Independencia
la Federación
la Revolución Azul
el despotismo ilustrado
la Revolución Legalista
la Revolución Reivindicadora
la Restauración
la Revolución Libertadora
la Rehabilitación
el quinquenio socarrón
el militarismo democrático
el Nuevo Ideal Nacional
la democracia representativa
lo fueron reduciendo hasta solo ser

la despreciada y famélica sombra
no de un dios
sino de hombre destruido
que se arrastra
por las calles y sótanos de la ciudad.

RAÍCES
Por Rafael José Álvarez (Venezuela)
En lo que somos
hay una resonancia.
Hay paredes de amonio.
Entramos en nosotros
y vienen insectos
y nos alumbran
y vemos nuestras ramas
inmóviles.
Nos encontramos en una profundidad
abovedada.
En alguna parte de nosotros
chilla un pájaro.

ILUMINACIÓN
Por José Lira Sosa (Venezuela)
El poeta debe comprobar
la fuerza de sus piernas
antes de sentar la belleza
en sus rodillas.

Trino:
Y el corazón se me cierra,
como una mano sin nadie, el corazón se me
cierra.
Manuel Scorza