miércoles, 14 de junio de 2017

Gastronauta 122: Luisa

La cosa va más o menos así. La cúpula de la oposición al gobierno dice defender el legado de Chávez: la constitución chavista, a la vez que deposita su poder en manos de la Fiscal General de la República Luisa Ortega Díaz al adherirse a sus actuaciones. La fiscal “chavista” se revela contra el gobierno chavista y es la principal vocera contra la solución planteada por Maduro, la Asamblea Nacional Constituyente. Este panorama nos viene a decir que cualquier camino que resuelvan se dirime dentro del chavismo ¿o, no?
¿Qué es el chavismo, sino la historia que nace del descontento? ¿Qué es, sino el hacerse responsable de torcer los caminos del capitalismo? ¿Qué es el chavismo, sino reconocer los errores y usarlos para impulsar la lucha, cambiar la historia de los pueblos? Lo otro no es chavismo, es reformismo, es la mierda perfumada con palabras lindas: ecominería (minería a cielo abierto), operaciones Liberación Humanistas del Pueblo (redadas en barrios pobres), la entrega de títulos para la producción (la restitución de tierras del Estado al latifundio), la protección de la naturaleza (mediante el desalojo masivo de campesinos). Eso no debería llamarse chavismo. Tampoco la pugna por permanecer, por arribar, por desgarrar el poder, haciendo uso de estandartes ajenos para también perfumar las cloacas.
Pero en este momento, ni el gobierno, ni la oposición cargan con la novedad, cosa de la que se hizo Luisa Ortega, que parece salir flor del barro, como si no tuviese que ver con nada, ni con nadie. Cuando tiene que ver con todo, con todos.


Luisa no fue corrupta hasta que se opuso al poder ejecutivo, lo que no le resta méritos a la fiscal, que detenta al menos el usufructo de un avión del narcotráfico (durante tres años y que se niega a devolver) sobre sus hombros.
Luisa, quien se fotografió en “la Asamblea Nacional haciendo entrega del listado y los expedientes de los postulados a Magistrados del TSJ”, a quienes ahora niega y contra quienes pide antejuicio de mérito ¿Quién se opone a la designación de los magistrados y a la vez consigna sus nombres ante un poder público, y de ñapa lo hace público en twitter?



¿Tendrá algo que ver que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) tenga la caja negra del avión (del narcotráfico), que Luisa Ortega se niega a soltar, con su encono contra el TSJ? ¿Por qué los magistrados no publican la información de la caja negra? ¿No tienen nada que publicar? ¿A quiénes eximen del escarnio? ¿Es Luisa Ortega la única corrupta, o sólo son corruptos cuando saltan la talanquera?

Luisa, que nos negó el nombre de las supuestas empresas de maletín que le robaron 60 mil millones de dólares a la nación, tampoco nos contó que su hijastra (y socia del esposo de la Fiscal) registró una de esas tantas compañías en Panamá. La misma Luisa que cerró el caso del sicariato contra Sabino Romero, sin llevar a juicio a los ganaderos, autores intelectuales de la muerte del cacique yukpa .
Esa misma Luisa cada vez que amaina la violencia, le imprime fuerza a la calle con sus partes de guerra, declaró en 2014 que las guarimbas “protagonizadas por ciertos factores políticos, se inscriben en conductas violentas que, al margen de las aspiraciones populares, solo persiguen el poder político" ¿Qué poder político detenta Luisa?
En la oposición creen que Luisa quieres ser presidenta, según su amigo, colega y ex Fiscal de la República, Isaías Rodríguez .

¿Quién quiere a los traidores? ¿No es verdad que la oposición hace uso de las agallas de Luisa para luego dejarla fuera de su playa, sin poder respirar? ¿Qué clase de monstruos pare una muchachita de dieciocho años? Dieciocho años son nada. Matar lo que ha tardado en gestarse, en nacer, en respirar, es un suicidio y Luisa ha apretado la soga. Luisa, la guerrillera ¿cuántos años pasarán para que la izquierda vuelva a ser idea, nuestra idea?

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