miércoles, 21 de junio de 2017

Gastronauta 123: Roque


No es hora de poesía, Roque
de eso no se vive
se malvive
Con eso no se hacen las revoluciones
los cañones te apuntarán
a ti, el pendejo
Y el círculo
la cabeza de la bala
te descabezará
En la noche
en la espesura del hombre
esa bala tendrá más poesía
que gobierno
No trates de conseguirte en una mariposa
la madre de la rabia
es la vida
no la muerte
Y qué es la poesía
por qué merece una bala en la cabeza
es la poesía esa bala
Escribirán de ti los libros
y lloraré sobre el mar
hasta engrosar
El poema del vigilante 357
que te guarda en un bolsillo
su pedazo de muerte
No hay Salvador
toda Latinoamérica toda
es un paisito
cuando te mata
cuando te mata
cuando te mata
quien te mata
para volver a empezar
la burocracia
las oficinas de la cólera
a las palabras se les teme como se le teme a la bala
El poeta no duerme Roque
porque en el sueño recoge la memoria
y enerva las mareas
Los científicos de hoy comprueban que las plantas
huelen
escuchan
ven
se comunican
y las matan
Pero hay quien las cultiva
y los árboles viven cientos de años
y nos hinchan los pulmones
para que la circunferencia de una bala
nos desinfle los ojos
y la noche sea eterna
la noche que
huele
escucha
ve
un insecto con vocación de rezo
borroso
con urgencia
sin uñas
Comunista
Anarquista
Indisciplinado
Pequeñobú
Troskista
Agente de la CIA
Agente cubano
Jugador juguete
Fue un error matarte
y hubiese sido un error dejarte mirarlos
cómo se puede vivir con tus ojos
la malapalabra
los nombres de las prostitutas, Roque
quién los quiere
los nombres de guerra
Me dicen que no es hora de poesía
porque están los que creen en la poesía del embeleso
y los fiscales de lo correcto
el homeópata que no lee lo que no rime
mi padre cuenta dinero y no lee menudencias
habrá una bala para mí
en mi insignificancia
y nadie me habrá leído, hombre
seguiremos siendo pobres
y así lo preferimos
no habrá premios
y no los queremos
tampoco alabanzas
una bala sí
A este texto nadie lo querrá
será huérfano
y así tiene que ser
porque yo no quiero enamorar a nadie
y no es mi turno para ofender
la oscuridad donde el mar es la sombra
hasta en el día
Que nos salven los terremotos
los pies del pueblo contra los poderosos
Dios que los mueve
la suerte que termina siendo Dios
la sonrisa que nos salva
de los odiosos mamaguevos
que nos piden poesía a cambio de un país
primavera donde siempre la hubo
los policías que corren a salvarnos
y terminan por arrojarnos desde la ventana
contra la flores
el arrecife de los peces en la tierra
A los que dicen que no podemos escribir
porque a nuestra facción se le ahogaron las palabras
me gustaría enumerarle algunas
casa
madre
aire agua
altar
vientre
cielo
risa
súcubo
fuego
país
mierda
propiedad
privada
manos
maíz
hambre
bala
No me acuse de matarle
a usted
nudo
rabia
tristeza
cada uno es responsable de su muerte
y de la muerte de todos es responsable el poder
y yo no tengo más poder que usted
ni más palabras que usted
ni siquiera una piel sobre la piel
tampoco el fuego hipnótico
estoy tan despojada del hoy como todos
un tomate
la mitad de una cebolla
un poco de arroz
y lo que realmente falta muere
el espíritu
la fuerza
la belleza
No me confunda con los verdugos
y déjame dormir
que a la bala la parí pronto
no hay delito en correr
hacia al final
más rápido
que el miedo
Y no es el enemigo el signo
la caja
son los compañeros
la condena
el círculo que se apaga
Vengan pues
amigos y enemigos
a la casa
a incendiar la palabra
disciplinados
vengan jueces
gallos a cantar en la noche
a la luz
a picotear mi cuerpo
insecto
No olviden cerrar la puerta.



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