domingo, 11 de junio de 2017

PON 75


RELATO:
LA LENGUA DE LAS MARIPOSAS (frag.)
Por Manuel Rivas (España)

Poco a poco, de la multitud fue saliendo un murmullo que acabó imitando aquellos insultos. "¡Traidores! ¡Criminales! ¡Rojos! ... Grita tú también, Ramón, por lo que más quieras, ¡grita!". Mi madre llevaba a papá cogido del brazo, como si lo sujetase con todas sus fuerzas para que no desfalleciera. "¡Que vean que gritas, Ramón, que vean que gritas!". Y entonces oí cómo mi padre decía: "¡Traidores!" con un hilo de voz. Y luego, cada vez más fuerte, "¡Criminales! ¡Rojos!". Soltó del brazo a mi madre y se acercó más a la fila de los soldados, con la mirada enfurecida hacia el maestro. "¡Asesino! ¡Anarquista! ¡Comeniños!". Ahora mamá trataba de retenerlo y le tiró de la chaqueta discretamente. Pero él estaba fuera de sí. "¡Cabrón! ¡Hijo de mala madre!". Nunca le había oído llamar eso a nadie, ni siquiera al árbitro en el campo de fútbol."Su madre no tiene la culpa, ¿eh, Moncho?, recuerda";. Pero ahora se volvía hacia mí enloquecido y me empujaba con la mirada, los ojos llenos de lágrimas y sangre. "¡Grítale tú también, Monchiño, grítale tú también!". Cuando los camiones arrancaron, cargados de presos, yo fui uno de los niños que corrieron detrás, tirando piedras. Buscaba con desesperación el rostro del maestro para llamarle traidor y criminal. Pero el convoy era ya una nube de polvo a lo lejos y yo, en el medio de la Alameda, con los puños cerrados, sólo fui capaz de murmurar con rabia: "¡Sapo! ¡Tilonorrinco! ¡Iris!".


EL CANTO DLE SIGLO (frag.)
Por Jaime Jaramillo Escobar (Colombia)
La riqueza no necesita quién la cante, porque ella se canta a sí misma. Pero estos pobres, ¿qué canto
tienen? Voy a cantar con los pobres, allá lejos, a la orilla del río, donde no nos oigan los ricos, porque si nos oyen querrán comprar nuestro canto para después vendérnoslo a nosotros mismos y hacer el negocio del siglo. Nuestro canto es hermoso y no sólo nos alegra a nosotros, sino que también podría alegrar a los ricos, si los ricos quisieran dejar esa pena que los agobia.
No somos avaros de nuestro canto, todo el mundo puede alegrarse con él, pero el canto no se vende,
porque el canto es el surtidor de la garganta.

S/T

Por César Suppini (Venezuela)
Ves la lluvia de golondrinas
en la solera del verano
Ves el manantial desbordado del alba
sobre tu techo
Y no concibes que un día
el cielo bajará hasta tu frente
Porque somos la nervadura de la hoja
y no el lino
Por eso nos amenazan todos los vientos
y todos los vacíos

SABER A QUÉ ATENERSE
Por Víctor Valera Mora (Venezuela)
A estas alturas de la existencia
quien me quiera pasar
para la democracia representativa
le voy a meter un panfleto por las narices
para que sepa cómo se bate el cobre
en las pailas más luciferinas.

Trino
JA Pérez Tapias‏ @japtapias:
Guardan luto los campos de Níjar.
La olas del cabo de Gata recordarán siempre
el nombre de quien les hizo lugar en el mapa:
Juan Goytisolo.

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