Por Indira Carpio Olivo
¿La vida del australiano Julian
Assange depende de quién gane las elecciones en Ecuador? Las
evidencias apuntan a que sí. Y, tanto la tolda que le garantiza la
vida, como la contraria, se pronunciaron al respecto durante la
campaña presidencial, jornada electoral que está por definirse a
comienzos de abril. Pero ¿Assange podrá volver a ser libre?
Campaña y asilo
La primera vuelta de las presidenciales
del país suramericano realizada el 19 de febrero de 2017, la
encabeza Lenín Moreno, candidato de Alianza País (AP) y sucesor
ideológico de Rafael Correa (del que fue su vicepresidente electo
durante dos periodos), Correa: artífice del asilo político de
Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, oficialmente desde el
16 de agosto de 2012 pero ejecutado desde junio del mismo año.
En declaraciones, durante el
conversatorio con la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión, en
Guayaquil, el aspirante a la presidencia declaró que Ecuador protege
la vida de Assange, porque en su país no se aplica la pena de
muerte, a la vez que añadió que haría una petición al “señor
Assange”, que “sea bastante más delicado en el momento que trate
la política internacional, principalmente con países con los cuales
tenemos una buena relación”
(http://www.elcomercio.com/actualidad/leninmoreno-asilo-julianassange-campana-elecciones.html).
El 15 de octubre de 2016, justo en
plena carrera por la presidencia en EE.UU. la Embajada ecuatoriana
cortó el uso de Internet a Assange, justo después de que Wikileaks
difundiera miles correos del jefe de campaña de Hillary Clinton en
los que se comprometía políticamente a la candidata
(http://internacional.elpais.com/internacional/2016/10/18/actualidad/1476742601_403975.html?rel=mas).
La cuenta twitter de Wikileaks informó
al respecto y catalogó de “intencionada” la acción de Ecuador.
El 18 de octubre de 2016, Quito emitió un comunicado en el que
reconocía haber ejecutado el corte, porque “el Gobierno del
Ecuador respeta el principio de no intervención en los asuntos de
otros países, no se inmiscuye en procesos electorales en curso ni
apoya a un candidato en especial”
(http://www.cancilleria.gob.ec/comunicado-oficial-sobre-el-caso-julian-assange-2/).
En el mismo documento, Ecuador
“reafirma el asilo concedido a Julian Assange y reitera su
intención de salvaguardar su vida e integridad física hasta que
pueda movilizarse a un lugar seguro (...) La política exterior del
Ecuador responde exclusivamente a decisiones soberanas y no cede ante
presiones de otros Estados”.
Tanto el gobierno actual, todavía
presidido por Correa, como el candidato y hasta ahora preferido de
los votantes ecuatorianos en el actual proceso electoral, Lenín
Moreno, hacen hincapié en su disposición a proteger la vida del
ciberactivista.
La oposición lo entregaría
Por su parte los otros candidatos y el
principal contendor de Moreno en la segunda vuelta (a realizarse el
domingo 2 de abril), Guillermo Lasso, manifestaron su decisión de
suspender el asilo político a Assange.
En
entrevista con The Guardian
(https://www.theguardian.com/world/2017/feb/09/ecuador-julian-assange-embassy-notice-eviction)
Lasso dijo que “el pueblo ecuatoriano ha estado pagando un coste
que no deberíamos tener que soportar”. Y que “cordialmente”,
le pediría “al señor Assange que salga en treinta días, de
asumir el mandato”. Es decir, entregaría a Suecia al periodista. Y
Assange está seguro de que el país europeo lo entregaría a
Washington, donde acabarían con su vida.
Se dice que “el mismísimo Daniel
Ellsberg -quien en 1971 desveló los famosos papeles del Pentágono-
le ha recomendado que se mantenga alejado del país (de EE.UU.)
porque su vida corre peligro
(http://www.elconfidencial.com/mundo/2010-06-20/ni-bin-laden-ni-ahmadinyead-el-hombre-mas-buscado-por-eeuu-es-un-periodista_244785/).
Manning, el espejo
Un grupo de trabajo de la Organización
de Naciones Unidas (ONU) determinó que la detención de Assange ha
sido arbitraria, y conminó a suecia y a Reino Unido “a poner fin a
su detención y a respetar su derecho a recibir una compensación”
(http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16501367).
Por su parte, el asilado pide implementar el veredicto, y Londres
después de tildar el informe de “ridículo”, insiste en que el
dictamen “no cambia nada”.
El fundador y director de Wikileaks
permanece en la sede diplomática después de que fuera perseguido
por el gobierno estadounidense tras hacer pública información
confidencial, durante las guerras contra Irak y Afganistán,
numerosos cables diplomáticos en los que se demuestra su desprecio
por la soberanía y el derecho internacional y el video en el que el
ejército estadounidense ejecuta a doce civiles iraquíes y dos
colaboradores de la Agencia Reuters, desde un helicóptero:
Collateral murder.
El entonces soldado y analista de
inteligencia Bradley Manning (que luego cambiaría su nombre y género
a Chelsea Manning) quien le proporcionaría buena parte de la
información a Wikileaks fue arrestado y condenado a 35 años de
prisión en 2013. Tras las rejas, Manning trató de suicidarse en
varias oportunidades. La misma ONU denunció tortura en su contra. En
enero de 2017, antes de entregar la Casa Blanca, Barack Obama conmutó
la pena hasta mayo de este año. Días antes, Assange pedía
clemencia para Manning, a cambio de su extradición a EE.UU.
(http://www.elespanol.com/mundo/america/eeuu/20170117/186732340_0.html)
Suecia, la trampa
En noviembre de 2016, y tras un acuerdo
con Ecuador, Suecia solicitó interrogar a Assange y recientemente
informó haber terminado de traducir la declaración del acusado
(http://www.efe.com/efe/america/portada/la-fiscalia-sueca-concluye-traduccion-del-interrogatorio-a-assange/20000064-3208075).
El imputado, de 45 años, testificó por primera vez sobre la
acusación en su contra. Suecia reclama a Assange por delitos
sexuales, delitos que el periodista rechaza totalmente.
En agosto de 2016, a cinco años de
haberse supuestamente producido, prescribieron tres de los cuatro
cargos por los que Estocolmo solicita al activista: dos de acoso
sexual y uno de coerción ilegal. El caso más grave sigue vigente
hasta el 2020, en él se le acusa de no usar condón y abusar de una
joven mientras dormía. Las mujeres implicadas no lo acusaron de
violación. Incluso una de ellas lo hizo público en un tweet: “No
me violó”.
Assange está seguro de que Suecia sólo
sería un puente hacia Estados Unidos, y en este último le esperaría
un juicio militar por los miles de documentos secretos que infiltró
y publicó.
“En diciembre de 2010, el Independent
revelaba que los dos gobiernos habían hablado de su extradición a
EE.UU. antes de que se emitiera la Orden Europea de Detención”
(http://www.rebelion.org/noticia.php?id=192276).
Si a Chelsea Manning la torturaron
¿qué pueden hacer contra Assange si lo apresa EE.UU. cuando fuerzas
conservadoras piden pena de muerte? Pero incluso “en libertad”
¿puede volver a ser libre el periodista?
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