miércoles, 8 de marzo de 2017

Supuesto negado 6 Ni siendo libre Assange volverá a serlo


Por Indira Carpio Olivo

¿La vida del australiano Julian Assange depende de quién gane las elecciones en Ecuador? Las evidencias apuntan a que sí. Y, tanto la tolda que le garantiza la vida, como la contraria, se pronunciaron al respecto durante la campaña presidencial, jornada electoral que está por definirse a comienzos de abril. Pero ¿Assange podrá volver a ser libre?

Campaña y asilo
La primera vuelta de las presidenciales del país suramericano realizada el 19 de febrero de 2017, la encabeza Lenín Moreno, candidato de Alianza País (AP) y sucesor ideológico de Rafael Correa (del que fue su vicepresidente electo durante dos periodos), Correa: artífice del asilo político de Assange en la Embajada de Ecuador en Londres, oficialmente desde el 16 de agosto de 2012 pero ejecutado desde junio del mismo año.
En declaraciones, durante el conversatorio con la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión, en Guayaquil, el aspirante a la presidencia declaró que Ecuador protege la vida de Assange, porque en su país no se aplica la pena de muerte, a la vez que añadió que haría una petición al “señor Assange”, que “sea bastante más delicado en el momento que trate la política internacional, principalmente con países con los cuales tenemos una buena relación” (http://www.elcomercio.com/actualidad/leninmoreno-asilo-julianassange-campana-elecciones.html).
El 15 de octubre de 2016, justo en plena carrera por la presidencia en EE.UU. la Embajada ecuatoriana cortó el uso de Internet a Assange, justo después de que Wikileaks difundiera miles correos del jefe de campaña de Hillary Clinton en los que se comprometía políticamente a la candidata (http://internacional.elpais.com/internacional/2016/10/18/actualidad/1476742601_403975.html?rel=mas).

La cuenta twitter de Wikileaks informó al respecto y catalogó de “intencionada” la acción de Ecuador. El 18 de octubre de 2016, Quito emitió un comunicado en el que reconocía haber ejecutado el corte, porque “el Gobierno del Ecuador respeta el principio de no intervención en los asuntos de otros países, no se inmiscuye en procesos electorales en curso ni apoya a un candidato en especial” (http://www.cancilleria.gob.ec/comunicado-oficial-sobre-el-caso-julian-assange-2/).
En el mismo documento, Ecuador “reafirma el asilo concedido a Julian Assange y reitera su intención de salvaguardar su vida e integridad física hasta que pueda movilizarse a un lugar seguro (...) La política exterior del Ecuador responde exclusivamente a decisiones soberanas y no cede ante presiones de otros Estados”.
Tanto el gobierno actual, todavía presidido por Correa, como el candidato y hasta ahora preferido de los votantes ecuatorianos en el actual proceso electoral, Lenín Moreno, hacen hincapié en su disposición a proteger la vida del ciberactivista.

La oposición lo entregaría
Por su parte los otros candidatos y el principal contendor de Moreno en la segunda vuelta (a realizarse el domingo 2 de abril), Guillermo Lasso, manifestaron su decisión de suspender el asilo político a Assange.
En entrevista con The Guardian (https://www.theguardian.com/world/2017/feb/09/ecuador-julian-assange-embassy-notice-eviction) Lasso dijo que “el pueblo ecuatoriano ha estado pagando un coste que no deberíamos tener que soportar”. Y que “cordialmente”, le pediría “al señor Assange que salga en treinta días, de asumir el mandato”. Es decir, entregaría a Suecia al periodista. Y Assange está seguro de que el país europeo lo entregaría a Washington, donde acabarían con su vida.
Se dice que “el mismísimo Daniel Ellsberg -quien en 1971 desveló los famosos papeles del Pentágono- le ha recomendado que se mantenga alejado del país (de EE.UU.) porque su vida corre peligro (http://www.elconfidencial.com/mundo/2010-06-20/ni-bin-laden-ni-ahmadinyead-el-hombre-mas-buscado-por-eeuu-es-un-periodista_244785/).

Manning, el espejo
Un grupo de trabajo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) determinó que la detención de Assange ha sido arbitraria, y conminó a suecia y a Reino Unido “a poner fin a su detención y a respetar su derecho a recibir una compensación” (http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-16501367). Por su parte, el asilado pide implementar el veredicto, y Londres después de tildar el informe de “ridículo”, insiste en que el dictamen “no cambia nada”.
El fundador y director de Wikileaks permanece en la sede diplomática después de que fuera perseguido por el gobierno estadounidense tras hacer pública información confidencial, durante las guerras contra Irak y Afganistán, numerosos cables diplomáticos en los que se demuestra su desprecio por la soberanía y el derecho internacional y el video en el que el ejército estadounidense ejecuta a doce civiles iraquíes y dos colaboradores de la Agencia Reuters, desde un helicóptero: Collateral murder.
El entonces soldado y analista de inteligencia Bradley Manning (que luego cambiaría su nombre y género a Chelsea Manning) quien le proporcionaría buena parte de la información a Wikileaks fue arrestado y condenado a 35 años de prisión en 2013. Tras las rejas, Manning trató de suicidarse en varias oportunidades. La misma ONU denunció tortura en su contra. En enero de 2017, antes de entregar la Casa Blanca, Barack Obama conmutó la pena hasta mayo de este año. Días antes, Assange pedía clemencia para Manning, a cambio de su extradición a EE.UU. (http://www.elespanol.com/mundo/america/eeuu/20170117/186732340_0.html)

Suecia, la trampa
En noviembre de 2016, y tras un acuerdo con Ecuador, Suecia solicitó interrogar a Assange y recientemente informó haber terminado de traducir la declaración del acusado (http://www.efe.com/efe/america/portada/la-fiscalia-sueca-concluye-traduccion-del-interrogatorio-a-assange/20000064-3208075). El imputado, de 45 años, testificó por primera vez sobre la acusación en su contra. Suecia reclama a Assange por delitos sexuales, delitos que el periodista rechaza totalmente.
En agosto de 2016, a cinco años de haberse supuestamente producido, prescribieron tres de los cuatro cargos por los que Estocolmo solicita al activista: dos de acoso sexual y uno de coerción ilegal. El caso más grave sigue vigente hasta el 2020, en él se le acusa de no usar condón y abusar de una joven mientras dormía. Las mujeres implicadas no lo acusaron de violación. Incluso una de ellas lo hizo público en un tweet: “No me violó”.
Assange está seguro de que Suecia sólo sería un puente hacia Estados Unidos, y en este último le esperaría un juicio militar por los miles de documentos secretos que infiltró y publicó.
“En diciembre de 2010, el Independent revelaba que los dos gobiernos habían hablado de su extradición a EE.UU. antes de que se emitiera la Orden Europea de Detención” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=192276).

Si a Chelsea Manning la torturaron ¿qué pueden hacer contra Assange si lo apresa EE.UU. cuando fuerzas conservadoras piden pena de muerte? Pero incluso “en libertad” ¿puede volver a ser libre el periodista?





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