martes, 28 de marzo de 2017

Gastronauta 112: Capitalismo-transformer



¿A quién se le ha criado para ser economista? Fuera de una familia de tradición, a nadie ¿Quién entiende sin mucha explicación qué carajo hacen con la economía “los que saben”? Todo tiene sentido cuando hacen una mierda y una queda como pajarito en grama.
Por ejemplo, no hay que ser Marx para saber que lo que hacen en Venezuela no se parece “pero ni tantito así” al socialismo. El socialismo es la fase previa al comunismo, en la que el Estado se hace de la fuerza política necesaria para colocar en manos del común los medios de producción y el fruto de su fuerza de trabajo.
Que alguien se siente a explicarme cómo se redefine el “socialismo” en la invitación que hace el presidente Nicolás Maduro, después de declarar la muerte del capitalismo, a la transnacional Exxon Mobil a trabajar “dentro de las leyes” en Venezuela (http://contrapunto.com/noticia/maduro-clausura-la-expo-venezuela-potencia-128496/). Misma convocatoria que extiende a otros empresarios extranjeros que quieran usufructuar la golpeada fuerza de trabajo venezolana.
Exxon Mobil es el protagonista de un litigio internacional contra nuestro país, en el que se había obligado a Venezuela a cancelar 1.400 millones de dólares como parte de la nacionalización (que hiciera Chávez en 2007) de los activos de la petrolera en dos grandes proyectos. Recientemente, el Tribunal arbitral del Banco Mundial revocó esa decisión.

En comunicado oficial, el Ministerio para Petróleo amplía el convite: “Venezuela, país que cuenta con las reservas probadas más grande del planeta, que asciende a más de 300 mil millones de barriles de crudo, es un país de puertas abiertas para la inversión internacional. Prueba de ello es la presencia de cuarenta y nueve empresas petroleras internacionales de países como Rusia, China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, España, India, entre otras 15 naciones (...) Venezuela es el país de las inversiones energéticas del futuro. Ratificamos a ExxonMobil y a las empresas internacionales nuestra disposición a seguir trabajando juntos en proyectos energéticos para el desarrollo”... (http://minci.gob.ve/2017/03/venezuela-celebra-justa-decision-ciadi-caso-exxon-mobil/)

Antes, un conflicto de la misma naturaleza (con el mismo Chávez, en el mismo CIADI) terminó en acuerdo económico con Maduro: la “amistad” del gobierno venezolano, Gold Reserve, 7 mil toneladas de oro y 2 mil millones de dólares.
Así camina el saqueo más grande a la naturaleza, que han dado en llamar AMO, el Arco Minero del Orinoco, supuestamente “estatizado”: un quítate tú, pa' ponerme yo, que -hasta ahora- mantiene en conflicto a los (ilegales) mineros de siempre con los (ni tan) nuevos mineros de ahora (legalizados): los militares. Según los defensores, el AMO es una estrategia política del Estado para hacer uso de la materia prima en defensa de sus intereses (y los del “pueblo”) y en contra de los intereses del capitalismo mundial. Sólo que “olvidan” que en el proyecto participan 150 empresas de 35 países, incluido EE.UU. (porque Gold Reserve, como Exxon Mobil, es estadounidense y no responde a los intereses contrarios a su bandera). Los defensores del AMO apuestan por resolver la crisis actual, dejando en manos de la generaciones futuras sus consecuencias.
No es mentira que el ingreso petrolero se desplomó y con ello la bonanza. Pero ¿y a dónde fue a parar la agricultura y la producción nacional, más que a ofrecer mano de obra barata a empresas internacionales? ¿Qué ha sido de la agricultura urbana? ¿Se murió Cadivi? ¿Qué monstruo nace en consecuencia? ¿Decretarán lo que en la práctica ya es un hecho: la liberación de precios? ¿Quiénes salvarán a la patria, lo empresarios? ¿Por eso les dan 25 millones de dólares? ¿No eran los mismos que encabezaban la cacareada guerra económica? ¿Nestlé, Heinz, Procter & Gamble, Colgate son los aliados?
¿Se murió el capitalismo, o se transformó en algo peor? Estoy segura de que su bestialización ocurre en nuestro país. No digamos que hay un solo método para practicar el socialismo, seamos como Mariátegui, hagamos un proceso nuestroamericano, pero no digamos que el método capitalista o capitalista-transformer es el propicio para mentar a la barbaridad que vivimos como “socialismo” ¿Sobrevivir a la crisis implica recrudecerla? ¿En qué consiste la creatividad? ¿En llamar “socialismo” a la barbarie, “humanista” a las redadas en los barrios (OLHP), “ecosocialista” a la minería a cielo abierto, “recuperación económica” a la liberación de precios?

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