domingo, 19 de febrero de 2017

Música: Zulima Unfalia Nahuali Mujica parió a La Gente



Cuando Manuela coronó, le subió el volumen a la música. Cantaba Gil Fernández de la banda La Gente. “Es tan poderosa, que su mano es de todos”.
Yo no quisiera saber cómo el cáncer se llevó a su Madre, si es que se la llevó, pero con su música yo me hice una. Febrero terminaría por desenterrar del vientre los hombros de la vida.
En el segundo mes del año floreció La Gente y mi hija, la de nombre libertador.
Podría decirse que la banda La Gente nace en la voz de Zulima Unfalia Nahuali Mujica, la madre de Gil y de Carlos “Pescao” Fernández, voz y batería (también pianista) del entonces cuarteto guaro-yaracuyano.
No se sabe a ciencia cierta cuándo los hermanos eran más felices, si cuando la mamá cantaba, o cuando cocinaba, porque su palabra perfumaba las esquinas lo mismo que el culantro en un plato de caraotas. De Zulima la redondez de las arepas, la palabra la última palabra la palabra que se cumple para un trébol de machos.
Los calamares en su tinta silenciaban a los hijos, al señor Gil Fernández su esposo, una buena hallaca con diademas de huevo duro. Zulima: orilla y continente en la casa Fernández Mujica.

Madre, madre, madre, como las montañas. Madre, madre, madre, más fuerte que la rabia”.

De la boca de la madre Ali Primera, de la boca de sus hijos Ali Primera. Zulima caminó a la izquierda antes que la izquierda se autoproclamara “izquierda en el poder”.
La idea, la voz, la música y la sazón les heredó a los fundadores de La Gente.
En su casa, una veintena de muchachas y muchachos crecieron y se multiplicaron. El día en que se casó fue el más feliz, también cuando nació su nieta Victoria Abril, el veinticinco de noviembre de 2006, justo la fecha en que celebraba su cumpleaños número 61.
Dos años después, La Gente daba su primer grito.

¿A dónde iré? ¿a dónde irás? El camino seguro es el más corto hacia a la eternidad”.

El primer disco de la banda lo grabaron y editaron en un cuarto de la casa de Zulima: Billetes y risas (2009). De él, el coro de “Aaabiaaayala” en la canción Alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina, una canción que animaría Manuel Loayza para el canal Ávila TV.

La segunda placa la producen en el Estudio Francia en Yaracuy y fue mezclada en Escocia.
Se llamaría Madre (2013), en homenaje a Zulima y a la naturaleza, la madre de las madres.
Lo que había comenzado como un septeto se establecería como cuarteto y en la actualidad como trío. Además de los hermanos Fernández persiste en hacerse Gente el guitarrista Alex Guevara.

Este es un sueño perdido que va teniendo sentido”.

***

Cuando mi hermano mayor me encuentra, me palmea las nalgas. Entonces, el Calbuco chileno bulle. Me saluda una arrecherón que sólo puede compararse con el de Zulima, porque no había cosa que la molestase más que la nalguearan. Y la vida, como un volcán, la manoteó desde el centro mismo de su cuerpo hacia afuera, por la boca, en la boca.

Zulima se iría el treinta de septiembre de 2010 ¿qué pájaro no se muere cuando no puede cantar? Un año antes alzó las alas y en el casorio del Pez con Janis no le dolía el dolor, sino que la animaba el amor a subir la voz sobre sus pies para volver a ser ella, en un hermoso vestido rosado, a orillas del rumor caribeño.

Tres años y más de 600 presentaciones después sus hijos se escucharían en siete países, simultáneamente. La Gente, reciénparidos, cautivaron como cuando los recibían en los Anfiteatros, como cuando salieron del cuarto de Zulima y rayaron de estrías sus caderas.

Cuando los hijos aprenden a caminar una intuye que el camino no terminará nunca, y hay algo en el pecho que nos recuerda que nuestra voz les servirá de vereda.

Cuánto tiempo ha pasado y no sabía qué hacer, me encontré con mi interior, y volví a renacer. Pasando por tantas cosas, mi vida volvió a cambiar, he vuelto a empezar otra vez. Y vamos caminando, o vamos ya volando ... Con tantas tristezas también hay muchas alegrías”.

***

Alex trabaja en una institución de distribución de alimentos, Carlos conforma un equipo de fútbol en su barrio y Gil enseña a jugar béisbol. Todos los días rehacen el rock en plazas, autobuses, en los barrios, en la calle, porque su vida consiste en transformarse en música.
Ahora mismo, La Gente vive en el útero: están en el más intenso proceso creativo, para volver a ser niños. La mía, mi niña Manuelita, aprende a hablar con sus canciones para hecerse grande.

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