martes, 4 de marzo de 2014

Al Chávez que yo quiero

Al Chávez que yo quiero lo convierto en aguja para tejer, en semilla que florece, en camino para andarlo; a los recuerdos del Chávez que yo quiero se los deja a fuego lento para que el olor cunda los rincones.
Es el Chávez que yo quiero techo para reposar el sol.

Al Chávez que queremos se le bebe en pocillo de peltre. Se le canta en un silbido.

Ni santificado, ni satanizado, el que yo quiero fue humilde y muchas veces soberbio.
Al de la boina roja, le piden ser un santo, y fue tan humano como el yerro. No tuvo final feliz; y es que los inconformes no lo tenemos. Hubiese sido sospechoso.

Que la vela que le alumbra enciende la fiesta.


2 comentarios:

  1. !Qué hermoso canto para nuestro Chávez!
    El voló y ahora, esparcido en el aire, en el pocillo de peltre, en la semilla, en techo, en aguja para tejer con él, se hace más humano. Su muerte lo hizo más humano, más de este lado del tiempo, más nosotros.
    !Cuánta falta nos hace!
    Pero hay que seguir caminando.Ya nos volveremos a cruzar con él.
    Muchas gracias, Indira

    Desde Mérida
    Melva Márquez

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