jueves, 6 de marzo de 2014

El enemigo

Me valgo de la que escribía Sábato en 1961 en su novela Sobre héroes y tumbas para graficar lo que a estas horas ocurre en cada uno de nosotros y en Venezuela, como colectivo.
A unas y a otros...

"...siempre pensé que no se puede luchar durante años contra un poderoso enemigo sin terminar por parecerse a él; ya que si el enemigo inventa la ametralladora, tarde, o temprano, si no queremos desaparecer, también hay que inventarla y utilizarla y lo que vale para un hecho burdo y físico como un arma de guerra, vale, y con más profundos y sutiles motivos, para las armas psicológicas y espirituales: las muecas, las sonrisas, las maneras de moverse y de traicionar, los giros de conversación y la forma de sentir y vivir; razón por la cual es tan frecuente que marido y mujer terminen por parecerse".
No se puede pretender la paz, cuando se coquetea con el odio. No se puede exigir una caricia con el más terrible de los porrazos: el desconocimiento del otro. Y si usted termina pareciéndose a su objeto de odio, pregúntese a quién realmente detesta ¿Quién es su enemigo?


Muñeco de médico cubano colgado en guarimbas

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