lunes, 7 de mayo de 2012

Seguid el ejemplo que Boris dio

Por Indira Carpio Olivo
indiracarpio.blogspot.com/ indiracarpio@gmail.com/ @icarpio

Lo que usted está a punto de leer es un hipertexto del título. No diga que no le advertí.

Los que pueden son los menos en las estadísticas, en cualquier parte del mundo. Pero son los más con las manos en las teclas.
Entonces, aquellos se convierten en los defensores de ese poder decir, del megáfono que no quieren sacarse de la boca, hasta que el aparato habla en vez del cerebro.
Por fortuna, es una minoría la cree que una persona es un currículo. Son los que justifican cualquier barbaridad en nombre de la juventud, de la clase, del abolengo y de la libertad, y en este caso los argumentos vacíos de cinco jóvenes clase media alta que tenían una obligación académica y el dinero para burlarse de Venezuela, en un video.
Ellos creen que la libertad de expresión es un derecho sólo para ellos, al igual que la libertad para odiar. Además, esta circunstancia le da cabida para que hagan uso de una de las frases más ajadas de la oposición venezolana: la abominación de unos por los otros nació, creció, se desarrolló y morirá con Hugo Chávez.
Inserte acá una gota de sangre para hacer más atractivo este texto. Puede usted relacionarla con Chávez -como lo haría Milagros Socorro (MS)-. También puede salpicar las armas que patrocinan el párrafo que sigue.


Este tipo de persona justifica el odio que siente cuando desenfunda una pistola para defender “lo suyo”; pero les estorba la antipatía que les toca cargar como cruz, por odiar a los que menos pueden, que son los más, los otros, los monstruos bajo la cama: he acá la violencia en estado puro.
Estos intelectuales que pasan la mano por la espalda a la grima que siente una pichona de periodista, justifican también los golpes de Estado, justificarían los exterminios masivos en los estadios, los campos de concentración, porque Venezuela sería mejor sin los venezolanos.
Esa expresión matemática de odio por odio sólo tiene como resultado más odio.
Y si, no estoy inventando la rueda, hablo del odio entre clases, entre los que tienen y los que no ¿Acaso no era predecible que un video en el que se expresa el asco por los pobres, por parte de los acomodados de este país, haga brotar expresiones de rechazo, por decir poco?
“Uy somos un país de nazis”, dicen los que se sienten ofendidos por las respuestas en las redes informativas, porque también odian a Caracas, a Venezuela, a los venezolanos, a los negros que no pudieron irse, a los pobres que tampoco y que se mimetizan en el paisaje oscuro: una mezcla de violencia y asfalto.
En ese video habla el alma de cada uno de esos muchachos, nos dice la socorrista (MS) y es la verdad. Es una declaración de principios de ellos y de quienes como ella, defienden esa realidad.
En el mismo artículo, Socorro llama envidiosos a los críticos de la pieza audiovisual, porque se le dificulta pensar que otras personas quieran quedarse a construir un país sobre las ruinas que, quienes como ella -nuevamente-, se dedicaron a pulverizar.
No es una banalidad el video Caracas, ciudad de despedidas, más allá de cómo esté hecho, más allá de que sea MADE in Venezuela y sea por lo tanto, tú sabes... una porquería.
No es una banalidad de la tonta juventud, cuando encuentras a los pseudointelectuales (nada jóvenes) acreditando lo que allí se dice, no en contra del sistema educacional venezolano, que está igual de mal que el mundial, sino en contra de una clase trabajadora, en contra de lo mal que se ven los pobres, a los que se le endosa la violencia y sobre los que no se detienen a pensar como víctimas de ella.
No es una banalidad como lo quieren remendar sus sastres... se les ve la costura, justamente en un año electoral en el que su adalid niega ser lo que fue, lo que es.
Si somos un país se preguntan algunos emigrados desde otro, al que muy probablemente si consideran país. Esa construcción, por supuesto, no pasa por el esfuerzo de esos muchos que sólo saben preguntar.

Los invito a mirarse en el ejemplo que Boris (Izaguirre) dio.
Es así. Colocan esta dirección en la web: http://www.youtube.com/watch?v=kTnWlmDJkM4 y allí encontrarán su reflejo.
No está mal ser sinceros y reconocer que lo que quieren es ser bellos y estar rodeados de una belleza que sólo pueden comprar.




1 comentario:

  1. Tips para desarrollar.
    *Los que quieren (legítimamente) irse, pero no miran hacia adentro sino hacia afuera.
    *Los que, en permanente éxtasis electoral, consideran grave que si los nazis dicen "Caracas está mal" uno no diga automáticamente "Caracas está bien".
    *"En ese video habla el alma de cada uno de esos muchachos, nos dice la socorrista (MS) y es la verdad".
    *¿Y si no es el alma de los muchachos sino el espíritu de una clase y de un sistema educativo? Fracaso: los cachorros del capitalismo ya no quieren vivir en la ciudad capitalista que heredaron de sus viejos. Victoria: la existencia de estos coñitos demuestra que todavía se producen en serie. Ese es el ser humano que a la derecha le encantaría que poblara estas calles.
    *"Ellos creen que la libertad de expresión es un derecho sólo para ellos, al igual que la libertad para odiar": en cualquier guerra, la muerte del contrario es mi fiesta, y nuestra muerte los hace felices.

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