Por JULIÁN CONRADO
Quienes hacemos del canto una manifestación de amor por el
pueblo, siempre vamos a ser odiados por los enemigos del pueblo. Por eso nos
insultan, nos calumnian, nos persiguen, nos encarcelan, nos torturan, nos
desaparecen, nos asesinan. Cualquiera que sea la forma de expresarnos, eso es
lo que eternamente ha ocurrido con quienes, por puro amor al pueblo, luchamos
por su felicidad.
Pero si supieran quienes aprisionan un combate del amor por
el pueblo, que jamás nadie ha estado más libre como Antonio Nariño en las Bóvedas
de Cartagena y Francisco de Miranda en la Carraca del Imperio español; que
jamás nadie ha estado más libre como los cinco héroes cubanos ó Simón y Sonia
en las mazmorras del imperialismo norteamericano; que jamás nadie ha estado tan
libre como Alí Primera en los sótanos de la DIGEPOL y Hugo Chávez en los
calabozos del DIM, la cárcel de Yare o en la Isla de la Orchila.
Si supieran quienes asesinan un combatiente del amor por el
pueblo, que jamás nadie ha estado tan vivo como Jesús, crucificado en el Monte
del Calvario; que jamás nadie ha estado más vivo como Ernesto Che Guevara
fusilado en la Higuera; que jamás nadie ha estado tan vivo como Alfonso Cano,
bombardeado en las montañas colombianas… ¿es qué acaso no sienten a Miguel Hernández
y Federico García Lorca indignados en España? ¿Es que acaso no sienten a Víctor
Jara y Pablo Neruda, ALLENDIANDO en Chile?
¿Es que acaso, no sienten a Alí Primera BOLIVAREANDO en
Venezuela?
Hermanas y Hermanos de sueños de Paz con Justicia y Amor:
Este 31 de mayo, se cumple un año que fui hecho prisionero
en tierras de la República Bolivariana de Venezuela. Como mi extradición a
Colombia o a los Estados Unidos, NO ES PROCEDENTE de ningún modo, ahora la mano
pelúa de la oligarquía opresora que estrangula mi Patria, arrepentida de no
darme muerte ese mismo día de mi captura, se inventó un nuevo plan que consiste
en asesinarme en la prisión.
Quiero que sepan, los enemigos de la Paz en mi país, que yo,
más que un hombre, soy un canto de los pobres de la tierra; un canto que ahora
estando prisionero, se canta más, se escucha más y se baila más… ¿Qué tal si me
asesinan?
Pero… ¿Cómo conseguirán que muera una canción que en el mismo
corazón del pueblo es donde florece?
Hermanas y hermanos: A pesar de mis difíciles problemas físicos
y las incomodidades propias del encierro, moralmente me siento fino ¡Como un
Guayacán!. Esta jaula de acero y cemento, la he convertido en una indoblegable
trinchera de dignidad, desde donde sigo resistiendo y disparando versos bolivarianos
por la desprivatización del planeta y su salvación; así como por la liberación
del 99% de la humanidad esclavizada, a punta de terror, por la desalmada bestia
capitalista.
Con una guitarra, llena de estrellitas rojas que me trajo el
joven cantor Alí Manaure, las horas de los días de visita son una verdadera
fiesta de fraternal alegría revolucionaria. Acá he tenido el inmenso honor de
cantar con Gloria Martín, con Lilia Vera, La Chiche Manaure, Sol Mussett de
Primera, Amaranta Pérez, Sandino Primera, Lil Rodríguez, Centauro Saher,
Oswaldo Mussett, el poeta Neybis Bracho, Gino González, Víctor Moreno del Grupo
IVEN, el poeta Elí Briceño, Armando López, los periodistas Indira Carpio y
Ernesto Navarro, Luis Miguel Badaraco del Colectivo La Cantera, David Gómez “Lucerna”,
Floridimar “de los Duendes”, el poeta Carlos Angúlo, Carlos Ruíz, Tamanaco “tocapalma”,
Sandino Márquez, Manuel Azuaje, la fotógrafa Paz Capielo, Aura y Alfredo HipHop
de Cultura Neruda, el argentino Gerardo “cumbia del sur”, Paula, Jhonalbert y
Edwin de la R que falta, Javier, Cira, Carlitos “camarada”, Daniela… La lista
pica y se extiende…
Pero además, desde todos los rincones de luz de Venezuela,
de Nuestra América, me envían amorosos abrazos solidarios y manifiestan su
apoyo incondicional al movimiento por mi libertad y Asilo Político.
Hermanas y hermanos míos, GRACIAS POR TANTO AMOR, PERO LES
PIDO MÁS: Les pido de todo corazón, que nos ayuden a los hijos e hijas del
pueblo de la atormentada Patria colombiana, a salir de la horrible noche en que
nos han mantenido durante tantos años, las clases explotadoras.
¡La lucha del pueblo colombiano es por volver a ver la luz
de la libertad SUBLIME!
Nosotros no soportamos ver nuestra bandera pisoteada por la
bota invasora militar del imperio ¡Queremos un Gobierno Nacional, Patriótico,
Democrático y Bolivariano! Queremos la reconciliación y reconstrucción
nacional, queremos desarrollo económico ecológico y con Justicia Social,
queremos, en fin, Paz con Justicia y Amor.
Ahora recuerdo, aquella noche bajo una lluvia de bombas y
balas… mi compañera y yo nos dimos un beso; tranquila mi amor, le dije, si nos
matan dejaremos un bello ejemplo de dignidad; ella me dijo que también pensaba
así. Entonces nos abrazamos más fuerte y nos quedamos esperando… pero la tal
muerte no llegó… seguramente le tuvo miedo a tanto amor. Igual sucedió en el
pueblito de Altamira de Cáceres, esa otra noche de terror del 31 de mayo de
2011: ¡El amor volvió a derrotar la reseca muerte!
Mi gente: ¡desde la
prisión les mando un abrazo libre! ¡Carajo!
¡AMANDO VENCEREMOS!
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JC/ AP |