Poema:
NO
TE ENAMORES DE UNA MUJER QUE LEE
Por
Martha Rivera Garrido (República Dominicana)
No
te enamores de una mujer que lee, de una mujer que siente demasiado,
de una mujer que escribe...
No
te enamores de una mujer culta, maga, delirante, loca.
No
te enamores de una mujer que piensa, que sabe lo que sabe y además
sabe volar; una mujer segura de sí misma.
No
te enamores de una mujer que se ríe o llora haciendo el amor, que
sabe convertir en espíritu su carne; y mucho menos de una que ame la
poesía (esas son las más peligrosas), o que se quede media hora
contemplando una pintura y no sepa vivir sin la música.
No
te enamores de una mujer a la que le interese la política y que sea
rebelde y vertigue un inmenso horror por las injusticias. Una a la
que le gusten los juegos de fútbol y de pelota y no le guste para
nada ver televisión. Ni de una mujer que es bella sin importar las
características de su cara y de su cuerpo.
No
te enamores de una mujer intensa, lúdica y lúcida e irreverente.
No
quieras enamorarte de una mujer así. Porque cuando te enamoras de
una mujer como esa, se quede ella contigo o no, te ame ella o no, de
ella, de una mujer así, jamás se regresa..
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Poema
LA
DESTERRADA
Por
Rafael Courtoisie (Uruguay)
La
patria es el pubis.
El Monte de Venus.
La pradera entre las piernas.
No tengo patria.
¿Qué patria tendría en esta vida, qué lugar frente al Páter, huérfana desde siempre en un abismo sin voz?
Ni siquiera soy quien escribe. Vivo fuera del lenguaje.
El bocado que engullen los obesos, los bulímicos y poderosos del mundo, no me nutre. Como ausencia. Vivo sola en la república del silencio, sobre la falda de un dios que no existe, de un dios hembra, de una divinidad mujer parecida a la luna y al golpe del mar sobre las rocas. No el mar: la mar sobre las rocas.
Mater maris. Mater et magister.
La mar sobre la Tierra. Desterrada.
Vivo en el aire, sobre lo que existe y no.
Y es tarde.
El Monte de Venus.
La pradera entre las piernas.
No tengo patria.
¿Qué patria tendría en esta vida, qué lugar frente al Páter, huérfana desde siempre en un abismo sin voz?
Ni siquiera soy quien escribe. Vivo fuera del lenguaje.
El bocado que engullen los obesos, los bulímicos y poderosos del mundo, no me nutre. Como ausencia. Vivo sola en la república del silencio, sobre la falda de un dios que no existe, de un dios hembra, de una divinidad mujer parecida a la luna y al golpe del mar sobre las rocas. No el mar: la mar sobre las rocas.
Mater maris. Mater et magister.
La mar sobre la Tierra. Desterrada.
Vivo en el aire, sobre lo que existe y no.
Y es tarde.
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Manual:
INSTRUCCIONES
PARA MASTURBARSE
Por Itsasne
Gaubeca
(España)
Comience por
deshilachar los sentidos ácidos de su camiseta. Lama pausadamente
cada rincón de sus decencias y absorba todas las fragancias hasta
que el decoro se convierta en caramelo y la lluvia acompase sus
latidos. Aderezca su piel con feromonas y transporte esa música a lo
largo de su cuello, su torso y espalda. Nutra su mirada de espejos
desenfocados; y cuando desde el campanario la acústica de su matriz
implore a los feligreses atención, añada tres cucharadas soperas de
libidinosa tempestad. Continúe palpando espontáneamente sus
entrañas sin dejar de remover los vapores que exhale. Sobretodo, no
respete los consejos y apague el telediario. Ríase del porno
tradicional mientras canta una nana, un irrintzi, un gregoriano, o lo
que usted prefiera. Recomendamos comerse la boina y quitarse el
chocolate de las uñas, para disminuir la hiperventilación y no
agitar a las vecinas que riegan sus atardeceres. Con sus manos amase
el flujo sanguíneo, suba el volumen, arañe la almohada, nivele la
presión del agua y espolvoree sus mamas. Maúlle, brinque, escriba
un par de poemas e invente dragones sin espinas. No olvide rociarse
con jengibre y contornear ilustraciones labiales hasta que su pelvis
rezume una sonrisa ancha. Repítalo al menos una vez por semana,
antes de que la sopa se enfríe y a los ladridos se los lleve la
corriente.
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Novela:
OJO DE PEZ
(Fragmento)
Por Antonieta
Madrid
(Venezuela)
—"¿Cómo
diferenciar entre lo visto, lo leído y lo relatado?
¿Cómo distinguir entre lo vivido y lo sólo referido o imaginado?
Lo ví. Lo recuerdo. Pero si ni siquiera habías nacido. Pero si no estabas esta vez. Sí, pero lo ví. Sí, pero lo recuerdo. Soy ubicua. Intemporal. No tengo edad. Mi edad es la de la historia, la del caballero de la triste figura, la del gigante Caraculiambro, la de Aldonza Lorenzo.
Qué divino poder ser todo lo que una imagina. Soy todas las imágenes que desfilan por mi mente. Imágenes que se despliegan en el abanico de los días y me muestran, como en una panorámica, como en un granangular, lo que seré cuando pase el tiempo de mi carne, cuando, rota la cáscara del miedo, pueda lanzarme a campo traviesa, silenciosa, sin llamar la atención siquiera. Entonces, sólo entonces podré tomar lo que me corresponde en el festín...
...y seré fuego amarillo al galope. Seré todo lo que he presentido... Cuerpo adivino. Cuerpo predestinado. Cuerpo contenedor de vida. Cuerpo tatuado. Cuerpo inscrito..."
¿Cómo distinguir entre lo vivido y lo sólo referido o imaginado?
Lo ví. Lo recuerdo. Pero si ni siquiera habías nacido. Pero si no estabas esta vez. Sí, pero lo ví. Sí, pero lo recuerdo. Soy ubicua. Intemporal. No tengo edad. Mi edad es la de la historia, la del caballero de la triste figura, la del gigante Caraculiambro, la de Aldonza Lorenzo.
Qué divino poder ser todo lo que una imagina. Soy todas las imágenes que desfilan por mi mente. Imágenes que se despliegan en el abanico de los días y me muestran, como en una panorámica, como en un granangular, lo que seré cuando pase el tiempo de mi carne, cuando, rota la cáscara del miedo, pueda lanzarme a campo traviesa, silenciosa, sin llamar la atención siquiera. Entonces, sólo entonces podré tomar lo que me corresponde en el festín...
...y seré fuego amarillo al galope. Seré todo lo que he presentido... Cuerpo adivino. Cuerpo predestinado. Cuerpo contenedor de vida. Cuerpo tatuado. Cuerpo inscrito..."
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Trino:
En vano te escondías en tu habitación de espejos.
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