Ana es un álamo de la fila de Allende.
Abre los caminos, para que pase el hombre y la mujer, nuevos, libres.
Nadie creería que algo bueno pudiera quedar después de que
desaparecieran al topo, al compañero presidente, pero “si se
organiza la rabia, pa' que no quede no más que en rabia”, la cosa
puede cambiar. Tiene que cambiar.
“Cuando comprendamos que tu dolor y
el mío son el mismo y hermanemos voluntades”, entonces “vamos a
reunir la fuerza”... Cuatro años después de que un fusil cegara
la larga cordillera del sur, nacería Ana María Merino Tijoux, en el
exilio de sus padres en Lille, Francia. Y no sería sino seis años
después que conocería el país del que provienen sus ojos rasgados
y la tarde de su piel.
Mujer
Yo quise entrevistar a Anita Tijoux,
una tarde antes de su cumpleaños número treinta y ocho. Terminamos
conversando y completando una la frase de la otra. Porque es
sencilla. Y sobre todo porque en ella tantas, todas: tiene dos hijos
y como toda madre estira el tiempo para poder atender a las “guagua”,
y trabajar. Cuando tiene que visitar otros países “y la gira es
complicada”, los deja en casa bajo resguardo.
Ser mujer para Ana “es una posición
ante el mundo en la cual una está en constante reflexión y
cuestionamiento”.
En la paradoja en la que vivimos
tenemos el deber de confrontar los roles que la historia nos ha
impuesto, incluso desde el mismo lenguaje, el rol de la creadora, la
madre.
Reconoce que fue muy ignorante del
feminismo, asumiéndolo como “lo contrario al machismo, una
corriente adversa al hombre”, hasta que una experiencia determinó
sus lecturas, sus conversaciones, el círculo de sus amistades: la
violencia en contra de las que asumió eran de opinión y acciones
fuertes. “Es irónico, porque esa fortaleza se viene abajo, porque
y me atrevo a decir que el 99% de las mujeres sufrimos violencia de
pareja. Es algo muy común. Incluso en estas mujeres empoderadas. Y
esto es un tema muy normalizado y todas lo hemos vivido de una u otra
forma: violencia física, verbal,económica, psicológica, silenciada
sólo por ser mujeres. A partir de entonces me hice cuestionamientos.
Además soy mamá de una niña”. Allí lo vio todo diferente.
Porque cuando se ama a alguien y a ese
alguien lo pariste el (posible) dolor se multiplica. Y quieres
borrarlo, y no parirlo, al dolor.
Ser mujer es “afrontarse de forma
permanente”, construirse y derrumbarse cuantas veces sea necesario
para nacer y renacer mujer.
“Va a tomar mucho tiempo recolonizar
y reempoderarnos de nuestros cuerpos”, pero es justo y necesario.
No voy a ser la que obedece porque
mi cuerpo me pertenece
yo decido mi tiempo como quiero y donde
quiero (...)
No sumisa ni obediente
mujer
fuerte insurgente
independiente y valiente
romper las cadenas
de lo indiferente
no pasiva ni oprimida
mujer linda que das
vida
emancipada en autonomía
antipatriarca y alegría
A
liberar...
Después de andar un rato y de
escribir, sin tener las respuestas, procurando encontrarse y abriendo
los oídos, puede definirse “de izquierdas y feminista”.
En la grabación de Antipatriarca, el
último de sus videos, participan mujeres de diversas partes del
mundo. También hombres, porque “se trata de eso, de volver a
dialogar entre nosotras, y con ellos”. Sin tanto periquitos, con
sonrisas, cantos, caras honestas, “volver a lo simple”.
Yo no camino detrás de ti, yo
camino de la par aquí...
“Es
extremadamente necesaria la campaña de Ni una menos”, y aprovecha
para decir que “hacen falta más” concentraciones en contra de
los femicidios, porque “no debemos aceptar que se naturalicen”
los crímenes de odio contra nadie.
Tu no me vas a humillar, tu no me
vas a gritar
Tu no me vas someter tu no me vas a golpear
Tu
no me vas denigrar, tu no me vas obligar
Tu no me vas a silenciar
tu no me vas a callar.
“Ser madre es una pelea contra
todos”, suspira.
Desde los juguetes y la definición de
lo qué es y debería ser la educación, “qué herramientas darles
para que se emancipen, la comida, su cuerpo, hasta la lactancia”,
para Ana Tijoux ser madres es “una pelea contra el mundo”, una
batalla cotidiana. Como cualquier madre trabajadora hace “malabares”.
Hay muchas mujeres que marcan sus
pasos, pero espera no definirse por nadie, espera “tomar un camino
propio”.
Arte política o la política del
arte
Ella habla desde el hip hop, “porque
es lindo, es hermoso” y le “es natural, no forzado”. En este
género hay de todo, pero un sector se preocupa “por escarbar entre
las comas, las palabras”, definiendo la voz del pueblo, honrando
los orígenes del también llamado rap en el que las minorías
neoyorquinas (negros y latinos) expresaron su sometimiento desde el
propio vientre de la beast, hasta
convertirlo en poesía.
“No
es posible para mí la separación del arte y la política”,
redondea Tijoux. Y no es que en Hip hop no habite la diversidad. Da
para esto y aquello |Se derrama un blinblin|. Dice que le “gustaría
escuchar un reggaetón feminista”, pero ¿no son per sé
antagónicos?
¿Adidas no me usa, yo estoy usando
Adidas?
“Vivimos la
constante paradoja. Adidas me auspició en 2007, en un momento
económico muy malo de mi vida. Y pagué mi arriendo por un año.
Después no lo necesité, y nos mandamos a la mierda, básicamente”.
Hay límites con
las paradojas. “Y es cuando te tocan la obra, la encausan”,
explica.
“Todos estamos en
el vientre de la bestia. Bien por los puristas, mis respetos, Y creo
que hay que depurar. Pero grupos como Calle 13 son necesarios. Atraen
a cierta gente”, porque a través de la masificación de una figura
y su moda, “podemos expresar algunas ideas”.
Agrega
que “tenemos dos vías: te empoderas de los medios de comunicación,
o terminas muy underground; también
puedes hacerte de los espacios públicos”.
Prefiere que su
música se colectivice. “Yo descargo música y estoy muy a favor de
que la gente lo haga con la mía”.
Cree
que Venezuela es la cuna de la aplicación de la Teoría del shock.
“Acá, la manipulación mediática es extremadamente grotesca, y es
bastante evidente para una gente que mínimamente se cuestione”.
El mundo la
desanima. Le teme al fascismo, a la legitimación de la violencia
estatal y a que la sociedad permanezca dormida, normalizando la
violencia. “Algo habrá hecho”, “se lo buscó”, “¿Para qué
protesta?”, u otras formas “populares” de autorizar la descarga
contra la disidencia.
Chile, de nuevo.
Tijoux da fuerza en sus canciones y con posiciones firmes a favor de
la lucha de estudiantes y profesores contra la privatización de la
educación en su país. “Chile es un país con muchas cicatrices
(...) y la música le da sentido a algo que no lo tiene mucho”.
Pero eso ocurre
allí y acá. “Chile que es un copy-paste de lo que ocurre en
Grecia, en EE.UU.”, el terror globalizado. “Es desproporcionada
la represión”, pero lo es en cualquier Estado policial, de los
tantos que abundan en el mundo. “El sistema represivo se repite
contra el palestino, contra los migras mexicanos, la misma muralla,
el mismo gas lacrimógeno, los mismos golpes, la misma cárcel, una
máquina de represión mundial”.
Entonces debemos
organizar la resistencia y la respuesta, también mundial.
NO países solo corporaciones
quien
tiene más, más acciones
trozos gordos, poderosos decisiones por
muy poco.
Constitución pinochetista
derecho opus dei,
libro fascista.
Golpista disfrazado de un indulto elitista
cae
la gota, cae la bolsa, la toma se toma la maquina rota.
la calle
no calle, la calle se raya
la calle no calla, de bate que esta.
Insiste en que “la
gente que usurpa la dignidad es miserable”.
¿Cómo sería este mundo sin
capital?
Donde la humanidad fuera fundamental,
donde todos
fuéramos iguales, universal,
sin patrones, ni amos, ni el nuevo
orden mundial.
¿Cómo sería este mundo sin
capital?
Donde la vida fuera lo más elemental,
sin patrones,
ni amos, ni tu nuevo orden mundial
y sin tu fuerza policial...
¿Cómo
sería? “Un mundo
colectivizado, libre, solidario, con herramientas para caminar, uno
donde la vejez y la niñez sean dignas, un mundo donde crear no sea
una locura”, eso sería para Anita.
Su idea de
Venezuela es la de “un país en resistencia, uno digno”. Por eso
vino, para acercar los puentes musicales, culturales, políticos,
porque insiste, “éste es un país que no tuvo miedo de decir las
cosas”. Y al decir ello, Florentino clarea: “Chávez representa
la imagen del 'sinmiedo, de pie'”.
Hugo, otro de los
álamo de Allende.
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Ana Tijoux se encuentra en Venezuela
junto al dúo del Sur del Bronx Rebel Díaz, en una pequeña gira por
los estados Aragua, Zulia y Distrito Capital desde el jueves 11 hasta
el sábado 13 de junio. Compartirán escenario con los nacionales Nou
Vin Lakay, y Mcklopedia. La única presentación paga se realizará
en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, con un valor de
Bs. 200 la entrada. Los boletos se expenden en las taquillas del
Complejo cultural.