martes, 12 de marzo de 2013

Baquiné pal Comandante

Por Luís Díaz

Estudiantes inventores cirujanos contadores
Abogados publicitas arquitectos profesores
Gobernantes locutores y pastores de pirañas

Diagnostican a la historia enredando ese mañana
Van tejiendo telarañas amarrando las muñecas
Entrenando las arañas dentro de nuestra cabeza
Con la espuma de cerveza con su miel envenenada
Un vacío en las barrigas y en la escuela nada nada
Nadan entre la saliva para ahogar este naufragio
De esta barca hacia el futuro pero yo no me contagio
Encerrando los colegios incendiando los panfletos
Dibujando laberintos con su torta de cemento
Practicando experimentos mejorando su armamento
Falsifican los diplomas y los llenan de argumentos
Fui un pequeño bolchevique, un rebelde de escritorio
Anunciaron que había muerto y me perdí su velorio
Vi una sabana infinita con semillas de futuro
Florecer la primavera, hoy su fruto está maduro

Contratistas estadistas mentalistas y banqueros
Pensadores predicando sacerdotes embusteros
Pronostican argumentan lo que saben o se inventan
Interpretan los astros esperando una tormenta
Fui buscando en las esquelas, anaqueles de la escuela
Compartido entre polillas, ratones de biblioteca
El fantasma del marxismo entre líneas de piquete
Abrazando los portones, para encontrarlo de frente
Lo buscaba en Petrogrado, la república española
En los climas invernales, la Comuna, la Sorbonna
Me perdí entre las palabras de camino al cementerio
Hacia la tumba de Trotsky en busca de su misterio
Fui arrastrado por las olas a las aguas del Caribe
Sobre la momia de Lenin para hallar un pueblo libre
Una cortina de hierro derretida en el ocaso
Celebraban las noticias y me perdí el caracazo
Dijo un hombre: “por ahora” convirtiéndose en gigante
Justo frente a mis narices fue hasta el infierno de Dante
Revolcando el hormiguero, como un cerro de coraje
Un hombre de carne y hueso, sin reserva o maquillaje
El cantor bajo la lluvia enviado desde el cielo
Abrió su paracaídas, hoy el soldado es eterno
Se murió de tanto amarlo a ese pueblo que le aclama
Se apagó la voz ardiente, más no su llama

Se dirige hacia el espacio como espada luminosa
Sobre un caballo de fuego de una sabana gloriosa
Le acompañan las estrellas que flotan en su bandera
Confundiéndose en la noche con las casas de madera
Que iluminan a los cerros de todo el proletariado
Repartiendo semillitas en el surco del arado
Como un árbol de Zamoras, como araguaney prendido
Algunos oyen mi verso pero no han puesto el oído
No desprecio la teoría, compañeros, lo que pasa
Toda ciencia es artificio frente al llanto de las masas
Porque no voy a callarme, narro desde mi ventana
Las canto como las veo porque a mí me da la gana
Tengo mi ciudadanía, no me llames extranjero,
Me la dieron los chamacos de ese 23 de enero
Díganme nacionalista de ese crimen soy culpable
Porque mi verso es de guerra y mi lengua es como un sable
Se la entrego a Venezuela, como a Cuba o Leningrado
Como un llanto compartido de mi Puerto Rico atado
Libertador no has arado sobre un mar embravecido
Hoy tu fruto está maduro, vámonos a repartirlo.


Acá el video: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=DSyDNGTWlMA  

No hay comentarios:

Publicar un comentario