No
hay manera más justa de suicidarte
que
arrojándote desde lo alto de tu ego
Por
Indira Carpio Olivo
Sólo
un espejo
y
ni Verne puede dar vuelta a tu yo
no
lloras
las
lágrimas desinflan tus párpados
no
ríes
las
líneas te acercan la muerte
Sólo
un espejo que mengua y humedece y se oxida
encerrado
en un cofre sobre la mesa
un
vidrio que amputa y de vez en cuando guillotina
Cristal
que te sorbe por la mañana
y
te multiplica tantas veces una ráfaga
y
cuando luna
te
guarda a oscuras
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