Entrevista 11-A/Lucas Rincón: No fuí yo quien le solicitó la
renuncia al presidente Chávez
Por Indira Carpio Olivo y
Ernesto J. Navarro (*)
Corría la noche del 11 de abril, también corría rumbo a la
Baralt la sangre del pueblo y la pólvora todavía fresca de la balacera que
agujereó la historia más reciente del pueblo de Bolívar.
Corrían las amenazas de bombardeo a Miraflores, corrían los
militares, los civiles, corría Venezuela entera.
Rafael Poleo, periodista que unos 20 días antes anunciaba a
un general de las Fuerzas Armadas Nacionales -FAN- que “Hugo Chávez no pasaba
del 15 de abril”, también corría, pero para “no perderse” las corridas de toros
en España. “Es lo único que lamento, que no estaré cuando caiga”, le dijo al
General Lucas Rincón.
Esa noche, después de pensarlo en colectivo, el presidente
Hugo Chávez Frías puso su arma sobre el escritorio, conversó consigo mismo y
luego de ser informado de que los alzados aceptaban y garantizaban sus
condiciones para la dimisión, dio instrucciones de irse a Fuerte Tiuna y
declarar sobre su renuncia al mismo Lucas Rincón, entonces Inspector General de
las FAN.
“Más de cien periodistas esperaban” tres palabras que hasta
hoy fracturan la historia del Golpe de Estado contra el gobierno bolivariano en
abril de 2002: “La cual aceptó”. Eran exactamente las 3:45 AM.
Rincón tenía “luz verde”, declararía después Chávez.
La teoría del vacío de poder entonces hizo gala y vistió de
verde oliva para que los golpistas desconociesen su naturaleza boxística e
instalaran un gobierno provisional.
Pero, sino fue un golpe de Estado, como todavía discute la
oposición venezolana ¿Por qué no acudieron a la constitución, para reconocer al
Vicepresidente de la República como el presidente encargado?
Al amanecer en el Este de la ciudad, en el municipio Baruta,
despertaba otro golpe, esta vez contra el derecho internacional. Diplomáticos
cubanos desenfundaron y echaron unos tiros al aire en respuesta a las ráfagas a
la agresión contra la residencia del embajador donde hombres, mujeres y niños
se guarecían, de la furia incontrolada de los embriagados golpistas.
Buscaban al Vicepresidente de la República, Diosdado
Cabello, el siguiente en el escalafón constitucional para asumir la Presidencia
de la República. “Se van a tener que comer las alfombras”, exclamaban
orgullosos después de dejar sin luz, electricidad, agua y teléfono a la misión
diplomática.
29 años tenía el alcalde de Baruta, hoy candidato
presidencial del antichavismo, Henrique Capriles Radonski cuando se atrevió a
increpar al embajador Germán Sánchez Otero para revisar la embajada cubana
“para verificar si habían funcionarios” del derrocado gobierno, en sus
instalaciones.
Chávez y Rincón creyeron que detendrían el derrame de sangre
y la violencia desatada el 11-A con la
declaración de la renuncia trucada (1). Pero la “victoria”
envalentonó a los golpistas.
Para el 14-A cuando había retornado el presidente de su
secuestro, se contaban 85 muertes desde el jueves de las marchas, según una
lista ahora presentada por el entonces Director de Protección Civil (2).
Rincón, hoy Embajador de la República Bolivariana de
Venezuela en Portugal, atendió el teléfono “como nunca antes lo había hecho en
ninguna entrevista”, para hablar sobre su papel en la reconstrucción de los
hechos de aquella madrugada del 12-A.
-¿El día 11 el
gobierno intentó detener la marcha hacia Miraflores?
-Cuando me dí cuenta, a través de la televisión, que
enviaban la marcha hacia Miraflores, dónde se encontraban simpatizantes de la
revolución bolivariana y pensamos que habría enfrentamiento. Para evitar eso el
día 11, siguiendo instrucciones del presidente me comuniqué con el golpista
(Carlos) Ortega, con la gente del canal Venevisión y con altos jerarcas de la iglesia. Sin embargo me
dijeron por teléfono que no había marcha atrás, que seguían rumbo a Miraflores
y que no era tiempo de diálogo, todas trabas. Que iban a hacer absolutamente
nada por parar la marcha. Como General en Jefe, hice todo lo posible para
evitar un enfrentamiento.
-Diputados de la
MUD solicitaron investigar sus declaraciones sobre la supuesta renuncia del
presidente Chávez ¿Qué fue lo que realmente ocurrió con esa declaración?
-El pueblo venezolano entiende que los anuncios efectuados
por mi persona, en aquellos difíciles momentos, estuvieron orientados a evitar
más derramamientos de sangre y el bombardeo a Miraflores.
Lucas Rincón nunca solicitó la renuncia al presidente.
Porque yo no fui ni soy un traidor. Siempre he sido, soy y
seré leal a mi comandante presidente Hugo Chávez y al heroico pueblo de
Venezuela.
Fueron los generales golpistas apátridas, los empresarios,
medios fascistas y demás lacayos del imperio quienes solicitaron la renuncia.
Yo estuve con el presidente hasta las dos de la mañana en Palacio.
El presidente me preguntó “¿Qué vas a hacer tú, Lucas?”. Le respondí que yo me quedaba con él hasta el último
momento. “Te agradezco la lealtad”, me dijo, “pero tratar de entrar a Fuerte
Tiuna (porque estaban tomadas las alcabalas) y de allá me llamas para estar en
contacto”.
Así fue. Se produjeron las tres llamadas de aquella madrugada. Luego
anuncié lo que ya todos sabemos.
Tengo entendido que a esa hora ya tenían al presidente detenido. Mis
palabras, en aquellos momentos de zozobra, estuvieron orientadas a preservar la
paz nacional.
Apenas yo hablé, de las 300 personas que había en mi despacho que había
sido tomado por periodistas y una serie de golpistas, en dos minutos
desaparecieron.
La mayoría estaban ebrios, festejando desde el medio día que se había
consumado el Golpe.
¿Por qué ahora se las dan de inocentes? Les falta responsabilidad, para no
decir otra palabra.
En la madrugada cuando llego a mi oficina, encuentro al Almirante Héctor
Ramírez Pérez sentado en mi escritorio, se para y delante de muchísimas
personas me dice: “General yo soy el nuevo jefe militar, Estoy conspirando
desde hace más de un año y estoy consciente de que si este golpe falla yo voy
preso y, así como yo, estamos involucrados desde hace más de una año muchos
generales y almirantes”.
Me dijo “aquí se va a formar un nuevo gobierno; constituiremos una junta
que va a estar formada por una empresario, un miembro del clero y mi persona
como jefe militar”. Son palabras textuales.
Rafael Poleo, 20 días antes del Golpe, en mi despacho con testigos como
Belisario Landis, me dijo “General, éste gobierno y el presidente Chávez no
llegan al 15 de abril. Yo lamentablemente como cada año voy a España a una
corrida de toros, no estaré presente. Ustedes (los militares) se encargarán del
poder, pero le recomiendo que sea por breve tiempo”.
Le dije ¿De dónde saca usted eso?
“Esas son informaciones divinas”, me respondió.
-¿Y esa información la transmitió
usted al presidente Chávez?
-Al presidente y también a la Asamblea
Nacional -AN-.
-¿Su
declaración ante las cámaras de televisión fue una exigencia de los golpistas?
-No, no, no. Ninguna exigencia de
nadie. Se hizo para anunciar al público en general lo que estaba aconteciendo
en ese momento y se dieran cuenta. De hecho, la presión de inmediato bajó y
siguieron bebiendo, repartiéndose la piñata.
En mi despacho, tomado durante 47 horas
por los golpistas, estuvieron no menos de 60 generales y almirantes peleándose
por los cargos todo el santo el día: “Que yo soy más antiguo, que yo conspiré
más. Que si a mi me toca ser comandante del ejército, yo inspector, yo
ministro”.
A mí, me pusieron dos custodios en la
puerta para que no saliera de mi despacho, luego desarmaron a mi caravana. Hay
muchas cosas que no se han dicho, lo que pasa es que a nunca me han
entrevistado.
En mi despacho además estaba Orlando
Urdaneta, ese vagabundo, que se sentó en mi escritorio, se robó la pistola de
mi ayudante y hasta puso sus pies hediondos encima de mi escritorio.
Esa gente venía con otras intensiones,
compañeros.
-¿Cuáles intensiones?
-La primera orden que dio Rafael
Damiani Bustillos, General de División de la Guardia Nacional, nombrado (por
Carmona) Ministro de Interior y Justicia fue “busquen vivo o muerto a Lucas
Rincón y al General Belisario Landis y antes de matarlo le sacan la renuncia
(de Chávez) que debe tener en el bolsillo”.
-¿Bastó que un soldado dijera “aquí nos
matamos todos” para no acabar con la vida del presidente?
-Yo califico a los golpistas como
cobardes.
Bastó que unos comandos de la base de
Turiamo se pronunciaran y dijeran “si le hacen algo al presidente aquí nos
matamos todos.” Eso bastó para que se echaran para atrás.
Ninguno de ellos, aceptó en la AN que
había conspirado para dar el golpe. Ramírez Pérez quién dijo “¿Quién, yo?
¿Golpe? Si nosotros lo que estamos es
preñados de buena voluntad, lo que queríamos era proteger al presidente”.
-Recientemente el candidato de la
derecha a las presidenciales dijo que “los golpes de Estado lo dan los militares”,
usted como militar y como protagonista de aquella historia ¿qué opinión tiene
sobre este comentario?
-Yo estimo que esta reflexión es un
grave error por parte de ese señor. Además, ese candidato opositor carece de
toda moral para pronunciarse sobre Golpes de estado ¿Por qué? Porque él en su
municipio tuvo un rol protagónico en los sucesos del golpe del 12 de abril,
cuando agredió la embajada de Cuba contraviniendo el derecho internacional.
Además de ordenar a la policía a su cargo allanamientos y detenciones
arbitrarias.
En
el Golpe de Abril de 2002, así como en otros golpes de derecha en este
hemisferio han participado intereses trasnacionales, medios de comunicación,
empresas y el clero bajo la bandera de la sociedad civil, que de civilizada
demostró no tener nada. Desconocer esta realidad no es más que una inmoralidad.
-¿Cree usted que las FFAA han cambiado
en 10 años?
-La FANB ha reforzado la unión cívico
militar y su participación en el desarrollo de la nación, los hombres y mujeres
miembros de cada uno de sus componentes tienen una conciencia histórica madura.
Hoy mas que nunca están compenetrados con el pueblo en el ideal Bolivariano. La
FANB ya no es un factor de represión popular, ni se limita simplemente a
funciones militares como en otros tiempos. Hoy en día de la mano con el pueblo
bolivariano contribuye de la construcción de la patria grande de nuestra
América.
Otro hecho que no he mencionado es el
gran esfuerzo hecho por el gobierno e nuestro comandante presidente que se ha
comprometido con el crecimiento de nuestro poderío militar mediante la
adquisición de nuevos equipos para la defensa integral de la nación y el
incremento de la profesionalización del personal militar. Eso es un hecho
tangible
-En su opinión ¿cree
usted que hay condiciones para repetir un 11-A?
-Nuestro pueblo debe permanecer unido y
alerta, la ultra derecha venezolana no descansará jamás en su afán conspirador,
en sus planes desestabilizadores. La profundización del socialismo requiere de
una elevada condición moral, responsabilidad y compromiso. Ese es el gran reto
de nuestro pueblo que sin duda alguna saldrá a votar el próximo 7 de octubre
por la continuidad del proceso que encabeza mi comandante presidente Hugo
Chávez. Eso va a ser una gran realidad.
-¿Puede un militar ser político?
-Los militares han profundizado la
unión con el pueblo y su participación en el desarrollo. Los militares tienen
la capacidad de pensar, de hablar de estrategia y cómo no, hablar de política.
Carmona
le pide cacao a Rincón
En la
madrugada del domingo 14-A cuando Lucas Rincón se dirige a su despacho luego de
dar un discurso en Fuerte Tiuna se encuentra que allí “tenían detenido a
Carmona y a la mayoría de los generales golpistas”.
Nos
cuenta que ese “cobarde de Carmona” le dijo “general necesito hablar con usted
un momento pero en privado”. Lo llevó a una oficina contigua y casi llorando le
imploró porque él -decía- “no era culpable de los muertos ni de los heridos de
esos dos días. Yo quiero que usted sepa general que yo lo que sé es de empresas.
Yo soy empresario, yo no se nada de presidencias ni nada de eso”.
El general de inmediato le
respondió que era muy tarde para reconocimientos. “Cuando yo lo llamé a usted el 11 a medio día, usted hasta me tiró el
teléfono y me dijo que no había vuelta atrás, que no era tiempo de diálogo e
inmediatamente apareció en pantalla en
el canal 4, estaba en un estudio arengando la marcha para Miraflores (…)
Usted se autojuramentó ¿Cómo es eso que ahora no sabe cómo ser presidente?”.
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Para
escuchar el audio te invitamos a sintonizar La Brújula del Sur, de 8:00 a 9:00
AM, por Alba Ciudad 96.3 FM, albaciudad.org.
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(*) Periodistas
indiracarpio@gmail.com
/ @icarpio/ navarroernestoj@gmail.com
/ @ernestojnavarro
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Para
ampliar informaciones:
(1) Decimos trucada
declaración de renuncia, porque el presidente decide dimitir porque se
reconocían y garantizaban sus cuatro condiciones para la renuncia: Respeto a la
vida e integridad de las personas; respeto a la Constitución (Renuncia ante la
AN como reza artículo 233); hablar por TV; y salir del país.
Después de ser informado
por Rosendo y Hurtado de que aceptaban las condiciones y de que Lucas Rincón
informara sobre la dimisión, Chávez fue informado de que no aceptaban las
condiciones y entonces se negó a renunciar.
(2) En:
http://www.ciudadccs.info/?p=157709
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