martes, 8 de noviembre de 2016

Gastronauta 97: DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS (una de tantas)


Leía un tuit de un opositor que decía que “venían por todos los chavistas”, porque para él "todos éramos corruptos". Lamentablemente, conozco a varios que piensan como él, siendo incluso familia. Me imaginé a algunos vecinos que piensan de manera similar (incluso sabiendo que vivimos modestamente) tocando a la puerta, me imaginé corriendo con mis hijas, temerosas de que les pasara algo debido a mi elección polítca, pero entonces recuerdo que buena parte de la izquierda siempre fue perseguida (y "suicidada", desaparecida, torturada, lanzada de helicópteros) y que afortunadamente conozco a algunos sobrevivientes. Y más que un cuerpo, a la gente que conozco le sobrevive la idea. Si me tocara correr con mis hijas, mis hijas tendrán de primera mano el testimonio de la historia esa que dice que estamos del lado correcto, de lado de la vida, de la humanidad y no las hijas de una generación acomodada que lo mismo orinan que cambian de idea de acuerdo a los caprichos de turno. Conozco a pequeñas veletas que crecieron con algunas facilidades dadas, que ni chicha ni limonada, o siendo chicha se creen limonada, o fueron chicha y limonada a conveniencia. Yo no. Y quiero, espero y confío que nuestras semillas cojan el testigo y alumbren el camino. No huyo, mantengo mi frente en alto porque eso que señalan no soy yo, ni es mi compañero, tampoco mis padres. ESO SÍ y en esto soy irreductible: no me haré adeca, copeyana o afines, tampoco pesuvista. Seguiré siendo lo que mi madre me enseñó a ser: una persona honesta, solidaria, con un carácter de mierda, obstinada y terca, que si tiene que morir por lo que cree, pone el cuerpo, jamás la idea.

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