Leía un tuit de un
opositor que decía que “venían por todos los chavistas”, porque
para él "todos éramos corruptos". Lamentablemente,
conozco a varios que piensan como él, siendo incluso familia. Me
imaginé a algunos vecinos que piensan de manera similar (incluso
sabiendo que vivimos modestamente) tocando a la puerta, me imaginé
corriendo con mis hijas, temerosas de que les pasara algo debido a mi
elección polítca, pero entonces recuerdo que buena parte de la
izquierda siempre fue perseguida (y "suicidada",
desaparecida, torturada, lanzada de helicópteros) y que
afortunadamente conozco a algunos sobrevivientes. Y más que un
cuerpo, a la gente que conozco le sobrevive la idea. Si me tocara
correr con mis hijas, mis hijas tendrán de primera mano el
testimonio de la historia esa que dice que estamos del lado correcto,
de lado de la vida, de la humanidad y no las hijas de una generación
acomodada que lo mismo orinan que cambian de idea de acuerdo a los
caprichos de turno. Conozco a pequeñas veletas que crecieron con
algunas facilidades dadas, que ni chicha ni limonada, o siendo chicha
se creen limonada, o fueron chicha y limonada a conveniencia. Yo no.
Y quiero, espero y confío que nuestras semillas cojan el testigo y
alumbren el camino. No huyo, mantengo mi frente en alto porque eso
que señalan no soy yo, ni es mi compañero, tampoco mis padres. ESO
SÍ y en esto soy irreductible: no me haré adeca, copeyana o afines,
tampoco pesuvista. Seguiré siendo lo que mi madre me enseñó a ser:
una persona honesta, solidaria, con un carácter de mierda, obstinada
y terca, que si tiene que morir por lo que cree, pone el cuerpo,
jamás la idea.
Elecciones, ética y supervivencia
Hace 2 meses
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