Ahí está, erguida
desafiando a los cuatro perros que
custodian el tiempo
ganando litigios contra la nada
busca y no es encontrada
Es medianoche y el viento empieza a
gemir
los caballos salvajes no pudieron
arrastrarla
bajo su piel abultada todavía sonríe
la luna
ahí está, es un cuerpo entamborado
espantajo, espiga amarga
tragando saliva
ahí está, soga al cuello, tratando de
oler las albahacas
FK |
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