Por Indira Carpio Olivo
Hoy 11 de octubre se celebra el día internacional de la niña.
Comparto la opinión de una dramaturga feminista estadounidense Eve Ensler sobre el trato que da la sociedad a las niñas:
"Pienso que todo el mundo ha sido criado para no ser una niña ¿Cómo criamos a los niños? ¿Qué significa ser un niño?Ser niño significa realmente no ser una niña. Ser hombre es no ser una niña. Ser una mujer es no ser una niña. Ser líder es no ser una niña. Creo que ser una niña es tan poderoso, que hemos tenido que enseñarle a todo el mundo cómo no serlo".
He sido niña, soy una niña grande y moriré siendo niña, defendiendo a quien nace con el signo de tener una vagina: a esas 62 millones de niñas que no van a la escuela, a las cerca de 140 millones que sufren
de por vida las consecuencias de la mutilación sexual y a las 10 millones que son
obligadas cada año a casarse antes de cumplir los 12 años.
Así, sostengo sobre mis genes a 1 de cada tres jóvenes que en el mundo ha sufrido el casamiento por obligación, por negocio, por cultura. Me banco, como dicen mis amigas argentinas, a las cerca de 900 millones de niñas y mujeres -el 70 por ciento de las
personas más pobres del planeta- que viven con menos de un dólar al día.
Todavía cargamos dos manzanas -ya no sólo una- en el pecho que nos hacen millones y millones de Eva. Todas culpables, desterrables, detestables, por obra y des-gracia.
Pudiera seguir exponiendo cifras y cuestionamientos... contarles lo que todas y todos sabemos... Cómo en Oriente se aborta el feto si se conoce que es niña o se abandonan al nacer, cómo se nos desprecia en el la triple jornada diaria, se adueñan de nuestros cuerpos, y un laaaaargo etcétera.
Pero, prefiero dejar en boca de un hombre, del poeta Octavio Paz a nuestra Niña:
Nombras el árbol, niña.
Y el árbol crece, lento y pleno,
anegando los aires,
verde deslumbramiento,
hasta volvernos verde la mirada.
Nombras el cielo, niña.
Y el cielo azul, la nube blanca,
la luz de la mañana,
se meten en el pecho
hasta volverlo cielo y transparencia.
Nombras el agua, niña.
Y el agua brota, no sé dónde,
baña la tierra negra,
reverdece la flor, brilla en las hojas
y en húmedos vapores nos convierte.
No dices nada, niña.
Y nace del silencio
la vida en una ola
de música amarilla;
su dorada marea
nos alza a plenitudes,
nos vuelve a ser nosotros, extraviados.
¡Niña que me levanta y resucita!
¡Ola sin fin, sin límites, eterna!
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La niña es el círculo de la vida que rueda monte abajo
el aro al que no se le permite el arreo
el juego de esconderse
Es la niña vientre de arcilla
que explota -cada tanto- granadinas
semillero que imitan laboratorios
La niña es más que el filo en la grieta
no es mendrugo, ni limosna,
es si una lágrima que abona la savia
La niña
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No se si creces en mí, con formas de lanza o de cuencos ... pero te recibe mi grieta y tendrás que besarla, honrando así el pacto de respetar y aluzar a nuestras niñas... Tu mamá.
Momentos antes de una ablación |
Me detuve para deletrear este escrito de tu espacio,muchas imágenes acariciaron ese sentimiento muchas veces obsoletas en este tiempo en que vivimos, pero me vino de inmediato la imagen heroica de esta fecha 11 de octubre, en mi país El Salvador esta fecha solo que en 1975 cayo con las armas en las manos la compañera Clara Elizabeth Ramírez con sus compañeros ante el ejercito fascistoide de la dictadura militar. Se suicidaron antes de rendirse los compañeros, ella Clara, Eva su seudónimo de lucha clandestina, era la responsable comandante y fundadora de las células guerrilleras urbanas, ella es la que siempre acaricia mi conciencia estos 11 de octubre.
ResponderEliminarGracias por compartir este post tan lleno de sentimiento y de lucha ante tanta injusticia en el mundo..
Un abrazo
Saludo siempre fraternos..