Ilustración de Glauco Capozzoli. |
Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y
hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella
criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar.
Estuviera yo
donde estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de
cualquier cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido
que pagarle sus tres meses. Además
hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si
esto, que si aquello, que si lo de más allá.
Le metí la toalla en la
boca para que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le
reventaron las palabras por dentro.
Max Aub (París –España, 1903-1972)
Max Aub (París –España, 1903-1972)
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