“¡Sí! Vomita, largos trozos de vidrio, amargos alfileres, turbios gritos de espanto, vocablos carcomidos; sobre esta nauseabunda iniquidad sin cauce, y esta castrada y fétida sumisión cultivada en flatulentos caldos de terror y de ayuno. Cúbrete el rostro y llora… pero no te contengas. Vomita.”
— Girondo Oliverio / Persuasión de los días / invitación al vómito (fragmento)
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