martes, 14 de junio de 2016

Gastronauta 88: Pavita



La muerte viene de adentro de un pájaro.
Se le atasca en la garganta
y sólo es muerte cuando
el pájaro la vomita.
Y una cree que está es cantando.

---
Muerte 1
La corrupción podría definirse con los colores de nuestra bandera, podría constar de ocho puntas, o de tantas como habitantes hay en esta tierra de gracia.
“En Venezuela no hay razones para no robar”, decía por allá en la otra república Gonzalo Barrios, reputado adeco. Y robaron, y no se han ido y siguen robando, desde el poder.
Ése tipo de corrupción se ha normalizado. La del erario público para las arcas personales. Pero también la otra, la privada, de la que nadie parece decir pío.
En 2014, según el mismo presidente Maduro se “perdieron” más de 60 mil millones de dólares en divisas, en las “manos” de empresitas de maletín, su entonces ministra habló de 20 mil millones de Bolívares. Hasta la fecha no se ha publicado siquiera el nombre de los ladrones, o la cifra exacta del desfalco.
La corrupción hace referencia, casi siempre, a un mal del espíritu que lleva al autor a dejar sin bienes materiales a otro, haciendo de su propiedad lo colectivo. La propiedad es el robo, diría Proudhon.
Pero qué pasa cuando nos roban la idea. De esa corrupción no se vuelve.
Tendremos que volver a empezar.
Volver a nacer.

---
Muerte 2
Después de muerto, la cara de Hugo Chávez, su nombre, sus obras, sus palabras, sus errores, sus chistes, todo de él fue usado como bandera electoral, a favor, y en contra.
Hasta quien le hizo oposición recurrió a él, porque “el autobusero no era tan magnánimo como Chávez”. Aun hoy, el pajarito en que lo convirtieron le habla en la pata e' la oreja a éste y a aquel. Algunos se aventuran a equiparar a Leopoldo López preso con lo que una vez representó el militar del 4-F, en Yare.
En fin, mucho se habla del “legado”, como si a Chávez lo prefirieran muerto, porque a ésta hora, tres años, tres meses, y nueve días después, ningún funcionario del gobierno que durante catorce años presidiera se ha puesto a trabajar en alguna investigación sobre la posible inducción de la muerte del que proclama su Comandante supremo. Y, si ha dicho algo, no ha pasado del enunciado.
“Yo no lo puedo demostrar, pero yo tengo la absoluta convicción moral de que a Chávez lo mataron", dijo Aristóbulo Istúriz hoy vicepresidente, lo mismo que el presidente Nicolás Maduro cree que le inocularon el cáncer.
Es verdad, ninguno de los dos posee el conocimiento científico, y ahora mismo no parece ser el momento para gastar el dinero público en una demostración que no nos devolverá la esperanza que vivimos en los tiempos de Chávez. Pero, nos deben el duelo, el momento para llorar, antes de que el enemigo nos tome por completo. Y sobre todo, la verdad.
Aun así me pregunto ¿dónde ha estado ésa Comisión Presidencial con “los mejores científicos y técnicos del mundo” para determinar si Chávez fue inoculado con la enfermedad del cáncer, que prometió el presidente Maduro?
Díaz Rangel, a pocos días de la muerte, publicó un artículo según el cual, tres muestras se mandaron a diferentes laboratorios del mundo (en Rusia, Brasil y China), con un nombre supuesto, y las tres coincidieron en que se trataba “de células únicas, de un cáncer extremadamente agresivo, y aparentemente desconocido”.
Recientemente, otro título publicado en aporrea.org habla de una nano arma con la que minarían célula por célula el cuerpo del entonces presidente.
¿El amor por Chávez es inversamente proporcional al interés que muestran en determinar cuál fue la causa de su muerte? ¿Y si no hay justicia para Chávez, entonces para quién?
---
Muerte 3
Si de falsedades que matan hablamos, decir que la explotación minera a cielo abierto puede ser ecológica es una mentira que no es verdad. Ahora, hacerla institución es una barbarie.
Primero, la creación del Arco Minero del Orinoco, comprende 12% del territorio nacional, una extensión mayor a la superficie territorial de Cuba, por ejemplo: 111.843,70 kilómetros cuadrados sentenciados al exterminio, según decreto 2.248 publicado en la Gaceta Oficial 40.855, de la República Bolivariana de Venezuela.
Segundo, la ejecución del desastre será certificada por el recién conformado Ministerio del Poder Popular para el Desarrollo Minero Ecológico, una organización gubernamental al servicio de Gold Reserve, quien en realidad será el brazo ejecutor, brazo que en otrora torciera el propio Hugo Chávez en contra de la minería a cielo abierto.
Si alguna vez hubo duda sobre el concepto en el que se mueve este gobierno, este hecho entierra toda duda. El buen burgués no es dueño de la palabra, porque los hechos destronan a la mentira.
Decirse socialista e institucionalizar el exterminio es la contradicción más amarga.

---
Muerte 4
Amargo resulta comprar papelón. La panela, alternativa al consumo de la desaparecida azúcar, que hace un año oscilaba entre 50 y 90 Bolívares, ya cabalga los 2.300 y 2.500.
Lo mismo la sardina, los granos, el maíz pelado, todo.
Si el huevo de gallina fuera nuestra moneda nacional, hubiésemos triplicado por día el valor representativo del dinero público.
Aun así, digamos, no cambio la idea por una tortilla.

Esta crisis que vivimos es la parte del ciclo económico en la que sufrimos la debacle del sistema ¿Cuánta conciencia lograremos amasar, o llegada nuevamente la bonanza volveremos a olvidar?

Anochece y está a media asta la alegría.
Un pájaro silba insistentemente desde la rama curva del pino.
La pavita se calla cuando la nombran.
Y yo no quiero nombrarla porque tiene que morir la muerte un día.
En cambio, abro la ventana y dejo pasar su vuelo.
Cierro las piernas y le miro a los ojos.
Dónde está, le pregunto.
Y deja caer a su paso la púa, mi carne.
Está donde la Revolución se traga a sí misma,
donde se marean las piedras después de la ola,
allá, en el viejo horizonte de una mesa
cuando comenzamos a nacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario