Entrevista/(1)
Gioconda Mota “El
Código penoso Venezolano es inconstitucional y decimonónico”
Por
Indira Carpio Olivo y Ernesto J. Navarro (*)
Era
necesario deshumanizarla, aunque fuese ella la que hacía posible que
la raza humana subsistiese.
Merecía
el desprecio por excitar la lujuria que nos lleva al ciclo del
nacimiento y de la muerte,
del
cual jamás podremos desprendernos.
Jack
Holland, Breve historia de la Misoginia
|
Gioconda Mota/ Foto: Indira Carpio |
Según
uno de los resultados de la más reciente encuesta realizada por GIS
XXI, Sociología del gusto, 87% de los consultados en una muestra
estadística de 2.000 personas, están en desacuerdo con el aborto
adolescente.
Estos
resultados sirvieron de base para un artículo publicado en el Diario
Panorama (2) en contra de la despenalización del aborto libre
y voluntario, en el que se recogieron diversas opiniones a través de
las redes informativas y en boca de “representantes” electos por
el mismo pueblo.
A
través de del Sistema Nacional de Medios Públicos -Snmp- las
mujeres venezolanas son visibilizadas en campañas como “Al calor
de la fe”. Mientras que la lucha por su derecho a la salud y a la
vida no cuenta con el mismo espacio en pantalla.
Aunque
es justo decir que recientemente se inició una campaña para la
prevención del embarazo adolescente. Esto no quiere decir que apoyen
la despenalización de la interrupción libre y voluntaria del
embarazo, al contrario algunos encumbrados voceros operan en contra
de esta lucha socialista.
Para
Gioconda Mota, educadora y directora del único programa feminista
televisado en el Snmp, la pregunta de la encuesta de GIS XXI estuvo
direccionada hacia aquello que produce mayor sensibilidad en la
sociedad.
“En
el país hay una problemática importante al respecto, porque somos
una de las naciones en la región con mayor índice de embarazo
adolescente”.
Mota
considera que en esa encuesta de alguna manera “se le increpó a la
gente ¿crees que ese problema se solucione con el aborto? Y
obviamente la respuesta fue negativa”.
Pero
la interrupción libre y voluntaria del embarazo con quien menos
ocurre es con las adolescentes, caso probado en estudios realizados
en el DF mexicano, donde la interrupción del embarazo es legal.
“El
aborto NO es un método anticonceptivo para quienes promovemos su
despenalización”. Explica Gioconda Mota que la posibilidad de que
ocurran embarazos no deseados es gigantesca “Y van a seguir
ocurriendo”.
“Los
embarazos no deseados no sólo se derivan de las violaciones, sino
también de un uso irresponsable de los métodos anticonceptivos, del
propio uso de los métodos, así como también en contextos de abuso
sexual intrafamiliar. Más del 90% de las violaciones ocurre dentro
del seno de la familia, asunto del que nadie habla”.
La
lucha por la despenalización del aborto es “un tema de agenda
mundial para las feministas y Venezuela no escapa a este debate”.
Diversas
consideraciones giran en torno a la discusión sobre la
despenalización del aborto en el país de la revolución
bolivariana.
Desde
la Asamblea Nacional -AN- los diputados de derecha Miguel Pizarro
(Podemos) y Dinorah Figuera (Primero Justicia) declararon a Panorama
su rechazo a la interrupción del embarazo no deseado y su intención
de averiguar y llevar hasta las últimas consecuencias la supuesta
ilegalidad de la Línea aborto información segura (0426-1169496).
Esto no es extraño.
Lo
realmente asombroso es que dos diputados del Partido Socialista Unido
de Venezuela -Psuv-, Henry Ventura y Zulay Martínez, coincidan
ideológicamente con Podemos y Primero Justicia en condenar de
antiético, inmoral e ilegal las luchas feministas por el derecho a
decidir sobre su cuerpo y prevenir las muertes maternas producto de
abortos inseguros, clandestinos e insalubres que se elevan a 30% de
los casos de mortalidad materna en Venezuela.
-¿Por
qué atacan al colectivo Faldas en revolución y a la Línea aborto
información segura?
-Lo
que pasa es que no se trata de feministas hablando,
intelectualizando, reflexionando, proponiendo ante las instancias,
haciendo marchas, sino que se trata de un grupo de mujeres valientes
realizando una acción concreta para enfrentar una problemática que
no atiende el Estado.
Por
eso es que hay un ataque sistemático, porque no es un discurso, no
es reflexión, no es una pugna con banderas frente un lugar, se trata
de una acción que tiene incidencias en la realidad.
El
colectivo Faldas en Revolución es quien impulsa la línea aborto
información segura. La línea es un programa suramericano, no sólo
de Venezuela. En Argentina su fuerza es tal que actualmente impulsan
que la discusión sobre la interrupción voluntaria del aborto en la
Cámara de Diputados. También existe en Ecuador y en Perú, entre
otros países.
-¿Cuál
es el propósito de la línea aborto información segura?
-La
línea se orienta a desmitificar la medicación y la acción médica
¿Por qué? Uno de los argumentos que erige el diputado del Psuv en
sus declaraciones al diario Panorama es la “irresponsabilidad” de
las personas que operan tras los teléfonos de la línea para medicar
sin licencia.
Las
feministas luchamos contra la excesiva medicación y la línea no
llama a la gente a practicarse un aborto, la línea lo que promueve
es la información específica sobre el uso del Misoprostol
como un medicamento que posibilita la interrupción libre y
voluntaria del embarazo.
Además,
esta información es completamente pública, que se puede encontrar
en la página de la Organización Mundial de la Salud -OMS-(3),
y en otros sitios en Internet. Lo que si debería atender el
Ministerio del Poder Popular para la Salud -Mpps- es el acceso al
Misoprostol.
Se
ha generado alrededor del Misoprostol un mercado negro, negocios en
torno a la venta de este medicamento.
La
línea promueve información pública y de libre acceso y se ampara
jurídicamente en el derecho constitucional a la información. A
ninguna persona que llame a la línea se le indica si debe o no
abortar. Sólo se le da la información correcta ¿Por qué?
Porque
quienes venden las pastillas en el mercado negro si que están dando
la información incorrecta y el Estado no está haciendo nada al
respecto. Eso contribuye a que se sigan acentuando las muertes y los
daños en el aparato reproductivo de las mujeres con informaciones
falsas, incorrectas, erróneas. Las mujeres vamos a seguir
interrumpiendo los embarazos no deseados.
-¿Qué
ocurren con las mujeres que se practican abortos insalubres,
clandestinos e inseguros?
-Casi
30% de la mortalidad materna en este país es por la práctica de
abortos inseguros. Eso es un asunto de Estado, un asunto de
políticas, de salud pública.
-En
el artículo se dice que las personas que atienden los teléfonos de
la línea son inexpertas ¿Es esto cierto?
-Una
no tiene que ser médico para conocer sobre el uso del Misoprostol,
sólo tiene que saber usar Internet.
En
vez de medicarse según las recomendaciones del delincuente que se
lucra con la venta del Misoprostol y a quien no le interesa su salud,
usted métase en la página de la OMS y obtenga allí la información
necesaria y correcta sobre el uso de la pastilla.
Ésa
información, de libre acceso y pública, es la misma que las chicas
de la línea transmiten, que además no son datos inventados por la
línea de aborto información segura, sino que son promovidos por un
organismo internacional, del cual Venezuela todavía está suscrito.
Lo
que ocurre es un proceso de democratización de esa información.
-¿Es
peligroso el uso del Misoprostol, tal y como lo plantean en el
artículo?
-No
hay tal nivel de riesgo. Obviamente, si hay alguna complicación de
orden clínico, las instituciones deben atender a las mujeres que lo
presenten como a cualquier otro caso médico.
Hay
que desmitificar el aborto quirúrgico como un procedimiento
complejísimo. Un procedimiento ambulatorio, en ocasiones, es mucho
más complejo que la interrupción de un embarazo.
De
lo que se trata es de una campaña moral e informativa efectiva en
contra del aborto en la que se cree que es un proceso médico
hípercomplicado, traumático, cuando realmente no lo es.
-¿Por
qué representantes de la mayoría “socialista” de la AN condenan
estas luchas, si se dicen próximos al feminismo revolucionario?
-El
asunto de fondo, como bandera en contra, es la religión. Es un
debate de orden religioso y moral. Se erige una supuesta defensa de
la vida como argumento central; sin embargo los que erigen esa
defensa no se hacen cargo, posteriormente, de las personas que nacen
de los embarazos no deseados.
Porque
sin uno dijese que todos los embarazos no deseados los van a asumir
la iglesia o aquellas instancias donde se promueve “la defensa de
la vida”, entonces deberían criar, educar, darle calidez, amor a
todo ese conjunto de personas que nacen en el seno de los embarazos
no deseados.
Además,
hay que pensar que el embarazo no deseado ocurre y va a seguir
ocurriendo por razones múltiples. El embarazo no siempre es producto
de la decisión.
-¿Por
qué en una asamblea de mayoría “socialista” todavía no se
discute la despenalización del aborto, cuando Estados como el
argentino que no se etiquetan como revolucionarios, ya se está
discutiendo un proyecto de ley al respecto?
-Yo
traigo a la mesa el ejemplo de Cuba, madre intelectual y acompañante
del proceso revolucionario venezolano, en el que está despenalizado
por completo la interrupción libre y voluntaria del embarazo desde
el año 1965 (4). No sólo está despenalizado en la isla,
sino que en Cuba hay cero mortalidad materna por abortos clandestinos
e inseguros.
En
ese sentido es altamente, es incomprensible cómo una revolución que
se asume socialista, humanista y feminista, porque además no es sólo
el presidente Hugo Chávez que se asume como tal, sino que los
documentos del Psuv caracterizan a ese movimiento político como
feminista, por lo menos en la palabra escrita, no haya abanderado
estas luchas.
Llama
poderosamente la atención que propuestas como estas no encuentren
acogida política por parte de estos sectores del partido. Y no es
sólo la lucha por la interrupción voluntaria del embarazo, sino que
en el ámbito legislativo, también constituimos la vanguardia con lo
referente a la reforma de la Ley Orgánica del Trabajo, que implica
la extensión del post-natal, con la seguridad social universal para
todas las mujeres trabajadoras (5).
Otro
elemento que no está garantizado es el tema de la paridad política,
una lucha para materializar el 50-50 en los cargos de elección
popular, aun no logrado. Porque es verdad que somos mayoría en los
consejos comunales y en todas partes, pero no somos las decisoras.
Sólo
17% de las y los integrantes de la AN son mujeres. En términos
mayoritarios los cargos medios en la administración pública y en
las empresas privadas son ocupados por los hombres. Sigue existiendo
la lógica de la representación masculina.
Además
apostamos por el reconocimiento jurídico de la unión entre personas
del mismo sexo para el goce de derechos, como el patrimonial, la
seguridad social, la identidad.
Tienen
que haber cambios culturales, pero deben estar acompañados por
medidas de acción jurídicas positivas, y políticas públicas que
permitan que esos cambios se aceleren.
Lo
que ocurre en la AN es que se mezclan los preceptos de orden
religioso y moral con la promulgación de leyes verdaderamente
revolucionarias, lo que termina privando más allá de la mirada de
derechos, transformadora, desde el punto de vista socialista. Por eso
decimos que no hay socialismo sin feminismo.
En
conclusión, en la AN lo que pasa es que terminan erigiéndose las
banderas religiosas, porque no hay otra explicación. Esto frena
propuestas como las nuestras.
-¿Pero
las instancias que aplican la Ley por una vida libre de violencia y
la creación del Ministerio para Asuntos de la Mujer no son los
encargados de abanderar los derechos de las mujeres venezolanas?
-Avances
han habido muchos. Avances concretos y tangibles como esta ley
promulgada en el año 2007. Una ley impresionantemente buena, muy
bien conceptualizada, que tipifica 19 tipos de violencia contra la
mujer, anteriormente invisibilizados.
Incluso,
es una normativa que le da herramientas a las mujeres para el
conocimiento propio, porque a veces las mujeres somos víctimas de
violencia y ni siquiera lo sabemos, ya que la violencia física es la
que reconoce la mayoría.
El
ministerio es un logro importante para transversalizar el enfoque de
género en las instituciones de ejecutivo. Pero de allí a que esto
esté ocurriendo hay un trecho.
-¿Estos
avances son todos los necesarios?
-No
son lo únicos. Por eso diversos puntos conforman nuestra agenda de
lucha. Porque como decía Lenin: “la igualdad ante la ley no es la
igualdad ante la vida”.
La
ley es un instrumento y un avance grandioso. Pero el problema no es
la ley, el problema radica en la administración de justicia.
La
justicia no la hacen elementos abstractos, sino hombres y mujeres que
aplican las herramientas jurídicas para hacerla cumplir.
Si
somos parte de un sistema patriarcal y tenemos una cultura machista,
entonces la interpretación de la ley y su aplicación es errónea.
Apenas
el 10% de los casos de violencia de género denunciados por mujeres
llega a juicio. Pero el asunto no es sólo punitivo.
Consideramos
que hay un avance significativo con la promulgación de la ley, pero
existe una tranca en la aplicación de la justicia.
Es
verdad que se han creado tribunales especializados en temas de
género, fiscalías especializadas, cuerpos policiales y eso es un
avance importante como país, pero seguimos teniendo un problema
grande de violencia y está internalizado en hombres y mujeres.
Lo
grave es que éste es un país que no ha aplicado la primera campaña
masiva de opinión pública al respecto. Sobre la violencia hay que
actuar, no sólo en materia jurídica, sino en la generación de
conciencia.
-¿Qué
tiene que decirnos sobre los artículos 430, 431 y 432 del Código
Penal Venezolano -CPV- que condenan a prisión a las personas que
participen en la interrupción de un embarazo?
-En
el artículo 76 de la constitución (6), la familia tiene el
derecho de decidir cuántos hijos tener y cuántos no.
Feministas
como María León han planteado que, a la luz de la carta magna de
1999, el CPV actual es inconstitucional. Difícilmente nosotras
estemos haciendo apología al delito, porque no estamos promoviendo
el aborto, promovemos información de acceso público, avalada por un
organismo internacional.
Hay
que comprender políticamente, y esto es importante, que la
interrupción del embarazo es siempre una decisión muy difícil para
las mujeres.
Hay
una responsabilidad muy grande de la sociedad con respecto de la
subvaloración de las mujeres, sobre el verdadero conocimiento sobre
nosotras y nuestra capacidad de decidir.
Nunca
un aborto es una decisión sencilla. Nunca es ligera. Tanto es así
que llegas a tomarla poniendo el riesgo tu propia vida.
-¿Vida
que no contemplan aquellos que supuestamente defienden la propia
vida?
-Así
es. No promovemos el aborto desde la lógica del asesinato de niños,
es un tema de defensa de la vida, de la vida de las mujeres.
No
es la promoción de un delito. Los abortos ocurren y seguirán
ocurriendo. Y éste es un problema que el Estado no está atendiendo.
No van a dejar de ocurrir porque el Código “penoso”,
decimonónico que tenemos los condene.
El
CPV así como condena el aborto también establece penas mayores para
las mujeres, en casos de adulterio. Estamos hablando de un código
penal “vergonzoso”.
Quienes
deberían revisar la apología al delito son aquellas personas que
promueven que las mujeres sigan muriendo por la práctica del aborto
clandestino, porque la acción del Estado no termina de romper con
esa práctica.
-¿Son
las mujeres venezolanas dueñas de su cuerpo?
-En
este país no es legal que el marido autorice que una mujer se pueda
ligar las trompas, pero hay hospitales y clínicas que no practican
la ligadura sin preguntarle primero al marido.
Son
esas formas de control que siguen operando culturalmente y que
señalan a la mujer: “tú no eres libre de decidir sobre ti misma”.
No sólo con lo que respecta al embarazo, si vas más allá, a lo más
íntimo, si te vas al tema de la sexualidad se ve más claro la
ausencia de control sobre el propio cuerpo, cuando éste es dominado
por otro.
Entonces
ya no eres dueña de tus orgasmos, ni de la libertad para sentir el
placer porque tienes todo un sistema que opera a través del sujeto
masculino, en un esquema permanente de dominación y control.
Las
feministas insistimos que nuestra lucha no es contra los hombres,
sino contra el sistema que hace que mujeres y hombres actuemos de
determinada manera.
La
existencia de la penalización constituye un elemento más del
control societal sobre la vida y el cuerpo de las mujeres.
Quienes
sabemos cuántos hijos o no queremos traer al mundo, cuántos hijos o
no estamos en capacidad de criar, de mantener, somos las propias
mujeres y quienes debemos tener además capacidad de decisión sobre
lo que ocurre con nuestros cuerpos somos nosotras mismas, ni el
Estado, ni el marido, ni Dios, ni el cura.
El
tema de la interrupción del embarazo forma parte de las luchas
históricas de las mujeres no sólo las venezolanas. Nosotras no
estamos pidiendo que se legalice el aborto en cualquier condición.
Estamos hablando de la semana número doce como límite para abortar.
-Pero,
el Estado y principalmente las instituciones religiosas se oponen de
plano a esta lucha
-Si,
pero no hay una responsabilidad por parte de quienes erigen una
bandera contra el aborto. No son las instituciones religiosas, ni el
Estado quienes luego asumen la responsabilidad por el nacimiento de
personas no deseadas. Lo asumimos las mujeres, además como una
modalidad de castigo. Porque en la medida en que tienes hijos no
deseados se disminuyen tus posibilidades de desarrollo.
No
hay una armonía entre quienes levantan las banderas en contra del
aborto y las acciones que ejecuta en función de eso.
Para
las religiones, las mujeres siempre hemos sido impuras, malvadas,
brujas, mentirosas, seres inferiores, entre otras caracterizaciones
de estas instituciones hacia el sexo femenino.
-¿Cuál
es el papel de la Araña Feminista en la búsqueda de despenalizar el
aborto?
-La
Araña es un colectivo donde confluyen varios movimientos. Y aunque
somos un colectivo de reciente data, nuestras luchas se inscriben
dentro las luchas históricas de las mujeres venezolanas. Trabajamos
en agrupadas en comisiones, una de ellas está dedicada al tema de la
despenalización de la interrupción libre y voluntaria del embarazo.
Este
tema es parte de nuestra agenda central. No lo abordamos a media
máquina ni disfrazado, es frontal.
-¿Cuál
es la situación del feminismo en Venezuela?
-Hay
un re-despertar del movimiento feminista de izquierda revolucionaria.
Porque ha habido un proceso de creación de colectivos, de ampliación
de otros, de inclusión del tema de género en diversos movimientos
como el Frente Campesino y el de Pobladores, que ahora tienen un ala
feminista.
Eso
significa que el tema ha ido tomando fuerza y desarrolla espacios de
articulación como la Araña Feminista.
Hay
que reconocer que diarios como Ciudad Caracas y el Correo del Orinoco
dediquen centimetrajes al desarrollo de nuestros temas. Pero estos
cambios operan lentamente y desde todas las instancias, en permanente
pugna.
Nosotras
nos enfrentamos a la forma de opresión primara en la sociedad que es
la opresión que ocurre entre los sexos, en la que todo el mundo
tiene “rabo de paja”.
Todavía
falta, pero ha habido una ampliación de los espacios de lucha y su
visibilización. No estamos escondidas.
-¿Qué
te hace feminista?
-De
la violencia contra la mujer todas hemos sido víctimas, directa o
indirectamente y esos son golpes vitales que transforman mucho el
proceso de empoderamiento de las mujeres.
Cuando
una empieza a resistirse a todo aquello que culturalmente no te
permite ser libre, que no te permite decidir por ti misma, y no sólo
te das cuenta sino que empiezas a accionar en contra de eso, entonces
ya eres una feminista, independientemente de que te llames o no.
Porque
el feminismo no es otra cosa que la lucha contra un sistema de
opresión. No puede haber socialismo sin feminismo.
-Cuando
Gioconda Mota se dice feminista y lo expresa y práctica en su vida,
seguro le dirán radical y eso hoy, en la revolución bolivariana no
está bien visto
-Yo
soy radical. El feminismo es radical, porque lo radical es
verdaderamente revolucionario. Las cosas que hay que cambiar, hay que
cambiarlas de raíz, por ejemplo el patriarcado.
Porque
cuando hablamos de transformar el sistema capitalista no hablamos de
echarle pinceladas, hablamos de intentar transformar este sistema en
otra cosa.
Cuando
me dicen radical me siento bien conmigo misma. Si me dijeran medias
tintas, me pondría a llorar.
Ser
radical con el discurso y la práctica conlleva la comprensión del
proceso. Nosotras soportamos milenios de patriarcado, de misoginia.
Apenas tenemos cientos de años de capitalismo, pero siglos y siglos
de patriarcado.
No
pienso que con las acciones actuales cambiemos totalmente esa
realidad, pero comprender ese sentido de proceso no significa no
actuar, no decir, no significa CALLAR.
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Nota
de los autores: Estamos convencidos de que la crítica y la
autocrítica son necesarias para el avance de la revolución. Con ese
espíritu está hecho este trabajo periodístico. NO AUTORIZAMOS A
NINGÚN MEDIO DE COMUNICACIÓN PRIVADO, BURGUÉS, CAPITALISTA, DE
DERECHA, A REPRODUCIR ESTA INFORMACIÓN, NI TOTAL NI PARCIALMENTE.
(*)
Periodistas intragables
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Para
ampliar las informaciones:
Gioconda
Mota es educadora, feminista y socialista, directora del programa de
TV “El Entrompe de Falopio” y coordinadora nacional de la Araña
feminista.
AN
pide investigar líneas de “abortos seguros”, edición impresa
en: http://www.panorama.com.ve/10-11-2011/por-impre.htm
Aborto
sin riesgos ... Por ende se recomienda a aquellos servicios que
quieran introducir un método médico de aborto que utilicen
mifepristone y misoprostol y no ... en:
whqlibdoc.who.int/publications/2003/9275324824_spa.pdf Página 36
Sociedad
abortada, milagro en espera (datos sobre el aborto en Venezuela y en
Latinoamérica), en:
http://indiracarpio.blogspot.com/2011/06/sociedad-abortada-milagro-en-espera.html
El
artículo 88 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela CRBV dice que el trabajo en el hogar genera valor
agregado, riqueza y bienestar social y que debe garantizarse la
seguridad social del ama de casa. Desde que tenemos la constitución
al presente no ha habido un avance legislativo que permita
operacionalizar ese artículo en la práctica. Eso significa que las
amas de casa siguen estando desprotegidas en el sistema de seguridad
social y todas las trabajadoras no remuneradas, porque todas las
mujeres somos trabajodoras, remuneradas muchas y no remuneradas
todas.
Artículo
88: El Estado garantizará la igualdad y equidad de hombres y mujeres
en el ejercicio del derecho al trabajo. El Estado reconocerá el
trabajo del hogar como actividad económica que crea valor agregado y
produce riqueza y bienestar social. Las amas de casa tienen derecho a
la seguridad social de conformidad con la ley.
Artículo
76 de la CRBV: La maternidad y la paternidad son protegidas
integralmente, sea cual fuere el estado civil de la madre o del
padre. Las parejas tienen derecho a decidir libre y responsablemente
el número de hijos o hijas que deseen concebir y a disponer de la
información y de los medios que les aseguren el ejercicio de este
derecho. El Estado garantizará asistencia y protección integral a
la maternidad, en general a partir del momento de la concepción,
durante el embarazo, el parto y el puerperio, y asegurará servicios
de planificación familiar integral basados en valores éticos y
científicos.
El
padre y la madre tienen el deber compartido e irrenunciable de criar,
formar, educar, mantener y asistir a sus hijos o hijas, y éstos o
éstas tienen el deber de asistirlos o asistirlas cuando aquel o
aquella no puedan hacerlo por sí mismos o por si mismas. La ley
establecerá las medidas necesarias y adecuadas para garantizar la
efectividad de la obligación alimentaria.
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"No hay socialismo sin feminismo"/ Foto: Indira Carpio |