Para Ernesto
sea el destello de cuando muerdo los
ojos y me estalla el vientre
ese invisible anillo de fuego que nos
estrangula sobre las caderas
esa frontera entre tu cuerpo, tu sombra
y mi lengua
mi plaza de piel en tus muslos
la ebullición de la espuma en tu lanza
briosa
el color de la felicidad
sea
yo lo recibo...
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