Por Indira Carpio Olivo
El astro sol evapora las lágrimas de la diosa mar
en una playa hecha de gritos que nadie escucha
el viento aroma a sangre caliente
la arena, los poros, la maraña
y otro suspiro que se lleva la mascarada
Tuve una hermana que no conocí
y sus labios me besan de cuando en cuando
desde que era una niña y mi piel se llamaba inocencia
desde que mi hambriento pueblo es
desde que la obrera no existe
toda vez que su grieta es la culpable
Tu voz tararea en mi vientre
lo abrasa, lo nutre, lo advierte
y tu dulce guerrilla lo ampara
al futuro incierto de este mundo que duele
Valiente, marchaste
y tus venas tendieron puentes
no sé cómo dejar de dolerte
de lloverte
Enséñame cómo no ser cobarde
a quedarme de este lado
o partir de una puta vez
¿Dónde nos tienes?
Si la tonada todavía no aprendemos
dónde, sino en tu furia
¿qué nos espera, lo viste?
Naciste y te sembraste entre milicianos
no pueden llamarte muerta
ni que así lo quieran
ni que maten a los que aun aullan (como a Conrado)
No creo que una vela nos libere
esa luz todavía no se enciende
tampoco la venden
¿Nos mata el amor, Solimar?
A Solimar Cadenas
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