Por Indira Capio Olivo
Dos son las conclusiones más evidentes
de los recientes decomisos practicados por el gobierno nacional
durante este fin de semana en los Bolipuertos, ubicados en La Guaira.
Uno. Se pone de lado la lucha
por promover la lactancia materna, al lanzar al ruedo diez mil latas
de fórmula lactea, que permanecieron cuarenta días en los
contenedores del puerto, según el Ministro del Poder Popular para el
Transporte Acuático y Aéreo, Hebert García Plaza (1).
Además, no hablamos de cualquier pote
de leche. El funcionario expuso a la opinión pública la marca
Enfamil Premiun, de Mead Jhonnson.
Esta fórmula en particular ha sido
denunciada por estar relacionada con la muerte de infantes en
Missouri, Estados Unidos (2) debido a la incorporación de una
bacteria al organismo de los recién nacidos.
Para agregarle al caldo,
Enfamil es un
preparado a base de soya y aceite de palma (3). Ambos
ingredientes perjudiciales para la salud, el primero por ser
genéticamente modificado, y el segundo por contener un elevado
porcentaje de grasas trans.
Entiendo que en plena guerra económica
urge desenmascarar al enemigo, pero no es necesario hacerle
publicidad, caer en su juego y abrirle las puertas, sobre todo cuando
hablamos de la alimentación del hombre y de la mujer nueva.
Hasta el 2012, Mead Jhonson recibió
del Estado la cantidad 39.073.861 de dólares (4), divisas con
las que importa al país productos lácteos ¿A cuántas
transnacionales facilitamos la entrada a nuestro país, y por qué?
¿Bajo qué criterios?
Una nación que camine hacia el
socialismo apuesta por la lactancia materna. De hecho, el Plan de la
Patria así lo propone: Incrementar la prevalencia de esta práctica
en 70% para el 2019 (5).
Señor ministro, esa no es la forma de
lograrlo. Acciones como estas destetan la revolución.
No es el propósito de este texto
enumerar los beneficios de la lactancia materna. Está escrito sobre
la base del convencimiento de que dar teta a nuestros hijos, a
nuestras hijas, es lo mejor para el desarrollo físico y emocional de
ellos, de ellas y también de nosotras, las madres.
Dos. La Ley de Semillas en
Venezuela fue devuelta de la Asamblea Nacional a manos campesinas a
finales de 2013, luego de ser protestada, por contemplar la
introducción de transgénicos y la privatización de la semilla.
El rechazo a los organismos
genéticamente modificados es el mismo rechazo a su exponente más
conocido, Monsanto Co.
Para sorpresa de la militancia
antitransgénica, el mismo Ministro Hebert García Plaza mostró un
lote de semilla de pimentón con sobreprecio, halladas durante la
fiscalización en Los Bolipuertos.
En la Venezuela actual no sorprende que
el producto tuviese un sobreprecio del 400% (6), referido por
el militar, sino que fueran de la marca Seminis, “filial
de propiedad exclusiva de Monsanto Company” (7).
García Plaza dijo que
Seminis recibe dólares de la nación y que, las semillas del
pimentón trasngénico serían “entregadas al Ministerio de
Agricultura para que sean vendidas a los productores del campo”.
¿Desde cuándo el
Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras vende
semillas trasngénicas a los campesinos? ¿Por qué el Estado
venezolano financia la importación de semillas transgénicas al
país?
La cuestión es que,
después de revisar el Total de divisas aprobadas por empresas hasta
el 2012, lista emitida por Cadivi, podemos constatar, que a la fecha
Monsanto Venezuela C.A. ha recibido 137.658.717 dólares (8)
para importar el veneno que el pueblo legislador sigue enfrentando.
¿Será que somos muy
jipis al creer que podemos detener a Monsanto, por lo menos en
nuestro país? ¿Nos dan una palmadita en la espalda y nos dicen que
no permitirán los transgénicos, mientras le aprueban divisas?
En 2004, Chávez
prohibió expresamente el cultivo de transgénicos (9),
y aunque no hay legislación explícita que lo decrete, existen
marcos legales a los que Venezuela se suscribe que determinan la
negativa de sembrar Organismos Genéticamente Modificados (10).
Señor Ministro
¿seguimos torciendo el camino?
Lejos de hacerle un
favor al pueblo, estos “hallazgos” se alejan de las luchas
populares.
Amplíe:
- “100mil latas de fórmula para bebés ya nacionalizadas y con impuestos pagos. Con más de 40 días en puerto” En: https://twitter.com/HGarciaPlaza/status/432269150543941632/photo/1
- Tres bebes infectados por el alimento Enfamil Premium. En: http://iberonat.com/category/tres-bebes-infectados-por-el-alimento-enfamil-premium/
- Ver ingredientes en: http://mx.prvademecum.com/producto.php?producto=11506
- Objetivo general: 2.2.2.18. Asegurar una alimentación
saludable y una nutrición adecuada a lo largo del ciclo de vida, en
concordancia con los mandatos constitucionales sobre Salud,
Soberanía y Seguridad Alimentaria, con el incremento de la
prevalencia de la Lactancia Materna Exclusiva (LME) en un 70%.
- “Esta empresa recibió $ de la nación. Y las semillas de
pimentón que importaron tienen un sobreprecio de mas del 400%”.
En:
https://twitter.com/HGarciaPlaza/status/432265850612371456/photo/1
- Historia de Seminis, en:
http://www.seminis.com/global/es/AboutSeminis/Pages/History.aspx
- Más contratiempos para Monsanto, en: http://old.redtercermundo.org.uy/revista_del_sur/texto_completo.php?id=2595
- Presidente Chávez rechazó los transgénicos en 2004, en: http://www.aporrea.org/tecno/a160283.html
Gracias por compartirlo amiga, muy bueno.
ResponderEliminarGracias por leerlo, amiga. Me sorprendes gratamente.
ResponderEliminar¿Será verdadero un socialismo servil ante las transnacionales o estaremos ante una estafa histórica, una traición a las aspiraciones de un pueblo? Cualquier revisión que escape del maniqueísmo imperante podría ofrecer una contundente respuesta a tan simple pregunta. ¿Seguimos reclamando "rectificación" a los funcionarios que sirven a un gobierno que no es el nuestro o de una vez nos plantamos ante la certeza de que el enemigo nos gobierna y luchamos con todo contra él y sus manipulaciones?
ResponderEliminarMe cuesta creer que todo es extremada y premeditadamente malo, Cris. Conozco y he trabajado con gente honesta en el gobierno. Dejar que todo se vaya a la más pura y jedionda mierda no puede ser la meta, o si... Estoy transitando mi camino, con respeto y apostando por construir, desde mi trinchera.
EliminarUna cosa es reconocer la honestidad de individualidades que hacen parte de funciones de gobierno (yo sé de unas pocas) y otra muy distinta abrazar una política de gobierno que vista en su más amplio espectro no tiene nada de socialista. Tu camino me recuerda al mío, al de mi madre y al de otros tantos desencantados. Tú sabes que respeto ese proceso. Y lo amo por ser reflejo de un proceso que vivimos todos. Inmensa y compleja, la psiquis colectiva. (No te sientas jamás interpelada desde tu yo. Vos sos grande)
EliminarGracias por la compañía, Cris. Me enciendes las luces más de lo que crees, en tantas oportunidades.
EliminarAgradezco la información, le deja a uno los pelos de punta ya todos sabemos lo que son los productos transgénicos.
EliminarQue gran reflexión, Indira! Pero estos no son los únicos "hallazgos" que le han hecho y le hacen daño a la Revolución. Tan sólo si hubiésemos escrito antes... pero como dice el dicho: "Nunca es tarde"... ¡Quizá!
ResponderEliminarEn todo caso, sigue adelante dando lo mejor de ti. Lo has hecho y lo sigues haciendo muy bien.
Caimos en cuenta del asunto en el mismo momento de la transmisión, no puede ser que García Plaza desconozca los esfuerzos que hacemos contra lo transgénico y por la promoción de la lactancia materna, pero lo peor es que en el puerto de La Guaira (Y sobre tod en una serie de depósitos extramuros de contenedores) hay más que eso en materia de importación y apenas nos muestran esos "caliches"
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