jueves, 21 de febrero de 2013

rota


Por Indira Carpio Olivo

Sigue sentada en el mismo puente del que se arrojó vidas atrás
se deshidrataron los surcos por donde la atravesaban las lágrimas
en la mitad de ella el vapor
no goza de gravitación
circula como papagayo enredado entre los hilos
rota


martes, 19 de febrero de 2013

Pasatiempo: Descubra las diferencias


De la película El dictador, de Sacha Baron Cohen:

Imagínense que Estados Unidos fuera una dictadura. El 1% de la población podría acaparar toda la riqueza del país. Enriquecerían más a sus amigos ricos bajándoles los impuestos y rescatándolos cuando corren riesgos y fracasan. Podrían ignorar las necesidades médicas y educativas de los pobres. Sus medios parecerían libres pero realmente los controlaría una persona y su familia. Podrían intervenir los teléfonos, torturar a reos extranjeros. Podrían arreglar las elecciones. Podrían mentir sobre por qué van a la guerra. Podrían llenar sus cárceles con un solo grupo racial y nadie se quejaría.Podrían usar los medios para espantar al pueblo y hacer que apoye políticas contra sus intereses. Sé que esto es difícil de imaginar para los americanos pero por favor, inténtenlo.
Por favor, intente conseguir las diferencias entre la "democracia" estadounidense y la dictadura de la que habla nuestro dictador.


La extinción silenciosa: adiós al 90% de las variedades de frutas y verduras


 
En paralelo a la extinción de la fauna salvaje se está produciendo otra, de forma anónima y ante la que estamos ciegos y sordos: el de las especies vegetales y animales que nos sirven de alimento. La industrialización de la producción de verduras, cereales, frutas, carnes… ha exigido el abandono masivo de miles de variedades en pro de las virtudes exclusivamente comerciales como el aspecto y la durabilidad. La reducción de la diversidad de lo que comemos es asombrosa, en torno al 90% en el último siglo. Y la tendencia continúa hacia la simplificación y uniformación. La riqueza alimentaria del mundo está en peligro.
Según datos del extraordinario artículo de Charles Siebert que este mes publica la revista National Geographic, el 90% de las variedades de frutas y verduras en EEUU han desaparecido (por ejemplo, de 7.000 clases de manzanas existentes en el s.XIX quedan actualmente menos de un centenar). En China, el 90% de especies de trigo ha desaparecido. Y en Filipinas, de miles de clases de arroz solo persisten cien. Y estas extinciones masivas se repiten en todo el mundo. En el siguiente gráfico que incluye el artículo de NG se aprecia el dramático cambio que hemos generado en la biodiversidad alimentaria:

Comparativa de las variedades existentes de algunas verduras y frutas hace 80 años y actualmente (clic para ampliar)
Comparativa de las variedades existentes de algunas verduras y frutas hace 80 años y actualmente

En un siglo hemos acabado con la diversidad genética que nuestros antepasados lograron a lo largo de 10.000 años de domesticación y selección. Consiguieron adaptar las mejores variedades para los climas y peculiaridades locales de cada zona, creando un patrimonio alimentario de incalculable valor por su calidad, eficiencia y diversidad. Y ahora estamos renunciando conscientemente a todo ello, seleccionando para monocultivos las variedades no por su sabor o virtudes nutritivas sino por su rentabilidad económica.
La revolución verde tuvo indudables efectos positivos en nuestra capacidad para generar alimentos, pero el modo en que hemos obviado la importancia de la diversidad para centrarnos en la producción puede volverse en nuestra contra. Como explica Siebert, al barajar solo un puñado de variedades, aumenta el riesgo de que una enfermedad u hongo logre arrasar con facilidad todas las cosechas, lo que encadena al sistema al uso creciente de pesticidas y plaguicidas: “En África, agricultores y ganaderos se han endeudado para pagar fertilizantes, plaguicidas, medicinas y piensos de elevado contenido proteico necesarios para que esas plantas y animales prosperen en condiciones climáticas difrentes de las originales. Son como adictos, enganchados a un hábito que no pueden permitirse ni en términos económicos ni ecológicos”.

Los pobres en la estación de autobuses

Por Ledo Ivo
Los pobres viajan. En la estación de autobuses
levantan los pescuezos como gansos para mirar
los letreros del autobús. Sus miradas
son de quien teme perder alguna cosa:
la maleta que guarda un radio de pilas y una chaqueta
que tiene el color del frío en un día sin sueños,
el sandwich de mortadela en el fondo de la mochila,
y el sol del suburbio y polvo más allá de los viaductos.
Entre el rumor de los alto-parlantes y el traqueteo de los autobuses
temen perder su propio viaje
escondido en la neblina de los horarios.
Los que dormitan en las bancas despiertan asustados,
aunque las pesadillas sean un privilegio
de los que abastecen los oídos y el tedio de los psicoanalistas
en consultorios asépticos como el algodón que tapa
la nariz de los muertos.
En las filas los pobres asumen un aire grave
que une temor, impaciencia y sumisión.
¡Qué grotesco son los pobres! ¡Y cómo molestan sus olores aun a la distancia!
No tienen la noción de los conveniente, no saben portarse en público.
El dedo sucio de nicotina restriega el ojo irritado
que del sueño retuvo apenas la legaña.
Del seno caído e hinchado un hilillo de leche
escurre hacia la pequeña boca habituada al
lloriqueo.
En los andenes van y vienen, saltan y
aseguran maletas y paquetes,
hacen preguntas impertinentes en las ventanillas, susurran palabras misteriosas
y contemplan las portadas de las revistas con
aire espantado
de quien no sabe el camino del salón de la vida.
¿Por qué ese ir y venir? ¿Y esas ropas extravagantes,
esos amarillos de aceite de dendé que lastiman la vista delicada
del viajero obligado a soportar tantos olores incómodos,
y esos rojos chillantes de feria y parque de diversiones?
Los pobres no saben viajar ni saben vestirse.
Tampoco saben vivir: no tienen noción del confort
aunque algunos de ellos tengan hasta televisión.
Verdaderamente los pobres no saben ni morir.
(Tienen casi siempre una muerte fea y de mal gusto)
Y en cualquier lugar del mundo molestan,
viajeros inoportunos que ocupan nuestros lugares
aun cuando vayamos sentados y ellos viajen de pie.

Los murciélagos

Por Ledo Ivo (*)
Los murciélagos se esconden tras las cornisas
del almacén. ¿Pero dónde se esconden los hombres,
que vuelan la vida entera en la oscuridad,
chocando contra las paredes blancas del amor?
La casa de nuestro padre estaba llena de murciélagos
colgados, como luminarias, de las viejas vigas
que apuntalaban el tejado amenazado por las lluvias.
"Estos hijos nos chupan la sangre", suspiraba
mi padre.
¿Qué hombre tirará la primera piedra a ese mamífero
que, como él, se nutre de la sangre de los otros animales
(¡hermano mío! ¡hermano mío!) y, comunitario, exige
el sudor de su semejante aun en la oscuridad?
En el halo de un seno joven como la noche
se esconde el hombre; en el algodón de su almohada, en la luz del farol
el hombre guarda las doradas monedas de su amor.
Pero el murciélago, durmiendo como un péndulo, sólo guarda el día ofendido.
Al morir, nuestro padre nos dejó (a mis ocho hermanos y a mí)
su casa donde de noche llovía por las tejas rotas.
Pagamos la hipoteca y conservamos los murciélagos.
Y entre nuestras paredes se debaten: ciegos como nosotros.
 
(*) Ivo, periodista, poeta, nvelista, cuentista, cronista y ensayista brasileño.

lunes, 18 de febrero de 2013

Vuelve la patria

Volvió Chávez a Caracas la madrugada de hoy 18 de febrero de 2013. Con él vuelve la esperanza al pueblo que lo sigue. 
Después de un poco más de dos meses en La Habana, luego de una cuarta intervención quirúrgica, producto del cáncer que lo aqueja, después de esperar, vuelve a su patria.
Eran las 2:30 AM cuando arribó a Maiquetía, según las informaciones oficiales. Un poco más tarde, a las 4:00 AM, escribía en su cuenta Twitter su agradecimiento por estar vivo, por volver a la patria. 
En Caracas sonaba la diana. 
La luna, partida por la mitad, se asomaba roja en los cielos que abrazan esta historia.
En mis acostumbradas paradas nocturnas, recibí la noticia por un mensaje de mi madre. "Chávez volvió. Está en el Hospital Militar. Que alegría". No la llamé. Le escribí. No quería hacerla llover más de lo que yo sabía estaba llorando.
Que se haya movilizado a Venezuela implica que esté mejor de salud; y aunque seguramente todavía no esté recuperado, que esté más cerca después de una recia campaña para desequilibrar nuestra esperanza, ya es un paso adelante.
Las caras de los periodistas de los medios opositores no pueden sino ratificar la de la mayoría venezolana, latinoamericana, mundial, son los rostros del guiñol de los poderes fácticos del mundo, tan contrarios a los del pueblo, tan ausentes de la historia.
Para las y los que apuestan por la muerte de Chávez, su llegada a suelo venezolano es más aterrorizante que la caída del meteorito en Los Urales rusos.
¿Y cuándo llegaría Chávez sino en febrero? ¿Y cuándo no amanecería de Chávez? ¿De golpe, en otra madrugada luminosa?
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Otra tinta que se imprimió al alba fue la del llamado periódico de Chávez. Me gustaría no ser derrotista, pero igual me llama la atención el titular principal del Correo del Orinoco: "Hinterlaces: Maduro ganaría 50% eventuales elecciones presidenciales". ¿A qué viene? ¿Llamarán a elecciones? ¿Anunciarán que Chávez no asumirá la presidencia? ¿Nos preparan?



Merece Chávez el descanso ¿Podrá Maduro lograr los objetivos?  
La vida política venezolana es una montaña rusa emocional.
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Mientras, con esta canción me gusta acunar a mi hija, a pesar de su origen militar. "Patria patria patria querida, tuyo es mi cielo, tuyo es mi sol. Patria tuya es mi vida, tuya es mi alma, tuyo es mi amor": http://audioboo.fm/boos/1220044-patria-patria-patria-querida-tuyo-es-mi-cielo-tuyo-es-mi-sol-patria-tuya-es-mi-vida-tuya-es-mi-alma-tuyo-es-mi-amor?utm_campaign=detailpage&utm_content=retweet&utm_medium=social&utm_source=twitter.
Abajo el video de Chávez, la última vez que le vimos y escuchamos hablar, y cantar.

  

miércoles, 13 de febrero de 2013

tiempo


La noche es una caja de manos
con formas de nubes ceniza
La luna es la garra
que muere cuando suena el despertador
Es hora de entonar el himno que cantamos los moribundos
saltar al campo y alimentar la bestia
Girar la rueda.




trinidad


Para Ernesto

sea el destello de cuando muerdo los ojos y me estalla el vientre
ese invisible anillo de fuego que nos estrangula sobre las caderas
esa frontera entre tu cuerpo, tu sombra y mi lengua
mi plaza de piel en tus muslos
la ebullición de la espuma en tu lanza briosa
el color de la felicidad
sea


martes, 12 de febrero de 2013

Monika Ertl, la mujer que vengó la muerte del Che


La bella y elegante mujer de profundos ojos celestes entra en la oficina del cónsul boliviano en Alemania y espera pacientemente ser atendida, mientras mira displicentemente los cuadros que adornan la oficina.

Roberto Quintanilla, cónsul boliviano, vestido elegantemente de traje aparece en la oficina y saluda impactado por la belleza a esa mujer que dice ser australiana y que días antes le ha pedido una entrevista.


La mujer lo mira fijamente a los ojos y sin mediar palabras extrae un revolver y dispara tres veces.


Hija de uno de los grandes propagandistas del nazismo (Hans Ertl, por mucho tiempo se lo conoció como “el fotógrafo de Hitler”), Monika terminó en Bolivia cuando el Tercer Reich se derrumbó y los jerarcas huyeron a los refugios más lejanos del planeta.
Se crió en un círculo tan cerrado como racista, en el que brillaban su padre y otro siniestro personaje al que ella llamaba “tío”: Klaus Barbie, “el Carnicero de Lyon”.

Pero la joven y bella alemana creció y todo cambió en el final de los años sesenta.

Y la muerte de Ernesto Guevara en la selva boliviana significó el empujón final: rompió con sus raíces y en un giro copernicano terminó militando en las filas del Ejército de Liberación Nacional, el grupo guerrillero creado por el mismísimo Che.

En 1971, cruza el Atlántico, vuelve a su
Alemania natal, y en Hamburgo ajusticia personalmente al cónsul boliviano en esa ciudad.
 ¿Quién era? Nada menos que el coronel Roberto Quintanilla, el responsable del ultraje final a Guevara: la amputación de sus manos.
Allí comenzaría una cacería que atravesó países y mares y que solo encontró su fin cuando Monika cayó muerta en el año 1973, en una emboscada que según algunas fuentes le tendió su “tio” , Klaus Barbie.
 

 
 
En un cementerio de La Paz, se dice que descansan “simbólicamente” los restos de Mónica Ertl.
En realidad nunca le fueron entregados a su padre.
Sus reclamos fueron ignorados por las autoridades a partir del hecho.

Estos permanecen en algún sitio desconocido del país boliviano.


Yacen en una fosa común, sin una cruz, sin un nombre, sin una Bendicion de su padre.


Así fue la vida de esta mujer que en un período, al decir de la derecha fascista de aquellos años, campeaba en “el comunismo” y por ende “el terrorismo” en Europa.


Para unos su nombre quedo grabado en los jardines de la memoria como guerrillera, asesina o quizá terrorista, para otros como una mujer valiente que cumplió con una misión.


Por: Jürgen Schreiber

 
Nota:
Varios de los oficiales que intervinieron en la persecución y asesinato del ‘Che’ Guevara enfrentaron un destino trágico dando pie a la leyenda de la «maldición del Che».
En realidad algunos de ellos fueron víctimas de atentados relacionados con La Higuera, pero otros fueron parte de la sangrienta lucha por el poder que se desató en las fuerzas armadas bolivianas:

1. El general René Barrientos, presidente de Bolivia, muere en 1969 en un accidente de helicóptero cuya causa nunca será aclarada.

2. El general Alfredo Ovando, su sucesor, ve cómo su hijo mayor muere también en un sospechoso accidente de aviación. Cae en un pozo depresivo y muere en 1982.

3. El general Juan José Torres, jefe de Estado Mayor cuando el Che fue capturado, y presidente de un gobierno de izquierda en 1971, es asesinado en Buenos Aires, en 1976, por el grupo parapolicial Triple A.

4. El comandante de la Octava División de Santa Cruz, el coronel Joaquín Centeno, quien transmite la orden de ejecutar al Che, es asesinado en una calle de París en 1976, por un comando llamado “Che Guevara”.

5. El coronel Roberto Quintanilla, quien quería decapitar el cadáver del Che, es asesinado en su despacho de cónsul de Bolivia, en Hamburgo, en 1971.

6. El teniente coronel Andrés Selich, el que insulta y tironea de la barba al Che en la escuelita, muere en 1973 linchado por sus compañeros de armas en La Paz

7. El capitán Prado, jefe de la compañía que capturó al Che, recibe en 1972 un balazo en la columna, que lo obliga desde entonces a desplazarse en una silla de ruedas.


viernes, 8 de febrero de 2013

Cuando un hombre entra en una mujer


Cuando un hombre entra
en una mujer,
como el oleaje que muerde la orilla,
una y otra vez,
y la mujer abre la boca de placer
y sus dientes brillan
como el alfabeto,
Logos aparece ordeñando una estrella,
y el hombre
dentro de la mujer
hace un nudo,
para que nunca más estén separados
y la mujer
sube a una flor
y Logos aparece
y desata los ríos.

Este hombre,
esta mujer
con su doble hambre,
han procurado penetrar
la cortina de Dios,
lo cual brevemente
han logrado
aunque Dios
en su perversidad
deshace el nudo.

Por Anne Sexton
 

Dulcita



Por Indira Carpio Olivo

Es cielo espeso y sus ramas las estrellas
es hojita de viento que silba en espirales

ha fundado un río en mi cuerpo
y sus cauces se abren paso en mi piel

Por la mañana esconde la luna bajo mi ombligo
y resplandece el sol en cada areola

Los huevos en su colmena una vez decidieron parirme
y estallaron las cayenas

No sabemos quién es la madre, quién la hija
el tiempo platea la barba de esta pluma que somos

Tu nombre me sonríe, Apolonia
soberana de la luz, bienvenida a la miel.